Todo partió por la petición de una mamá desesperada. Su hijo no usa otra polera que no sea la naranja con la tabla de surf…y esto desató una total revolución en redes sociales.
Leslie Orellana es la madre de João Soprani de 4 años. El pequeño sufre del trastorno de espectro autista, y su relación con las sensaciones de la ropa, son muy diferentes a las del resto. Sólo una su polera naranja de la tabla de surf.
Pero si la polera se ensuciaba, a veces Leslie no alcanzaba a lavarla o secarla y el niño se quedaba sin su ropa. Fue así que Leslie publicó si había mamás que tuvieran la polera o si sabían dónde encontrarla.
Así fue tomando forma una campaña sin más pretensión que la polera naranja de João, que también es su pijama.
Leslie Orellana relató a Publimetro que «honestamente estaba súper complicada como mamá, porque João hace meses es lo único que se pone, él lleva poco desde que lo estamos tratando en su condición de espectro autista».
Y claro, porque recién en diciembre pasado que la escuela de lenguaje donde el niño asistía, le dijo a Leslie que debía llevar a su hijo al neurólogo. «Yo sabía que mi hijo era especial y que tenía el carácter súper fuerte para algunas cosas, pero nada más», cuenta.
«Yo trabajo como peluquera y he hecho de todo para costear el tratamiento de mi hijo, incluso a veces hasta hago trueques, a la fonoaudióloga le hice un trabajo en el pelo y me dio unas sesiones», relata Leslie.
La búsqueda de la polera
Es así que se llega a la falta de la polera. «No la encontraba ninguna parte, a veces no la alcanzaba ni a secar nada, y fue así que subí la foto de João para que me ayudaran y nunca pensé que iba a llegar a tanto, se masificó», dice Leslie.
«Muchas mamitas con niños de espectro autista y con Asperguer solidarizaron conmigo, de la tiene Paris también, me contactaron con la gerenta del área infantil, y Paris me va a mandar poleras, me habló gente de todo Chile», contó la mamá del pequeño de 4 años.
El niño, que tiene padre brasileño, confundía muchas veces a las clientas de su madre, quienes pensaban que su sangre carioca tenía que ver con el que niño no quisiera ponerse ropa…ya que João tampoco gusta de usar pantalones, menos zapatos y sólo usa calzoncillos rojos.
Su mamá además cuenta que su hijo, por ejemplo, solo toma el «jugo verde» (de melón tuna), en un vaso amarillo con una bombilla de dinosaurio.
Pero ahora se acerca otra preocupación, el invierno…ya que el pequeño no quiere ponerse nada más que su polera naranja con tablas de surf.