En medio de la pandemia del covid-19, los agricultores belgas hicieron un extraño pedido a la población de su país, ya que están solicitando que la gente haga un esfuerzo y coma más papas fritas.
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El sector se ha visto fuertemente golpeado por la crisis debido a que bajó de gran forma la cantidad de exportaciones (llevan papas a 160 países), y el cierre de restaurantes y pubs redujo aún más el consumo.
Debido a la escasa cantidad de lugares de esparcimiento que están abiertos y la caída dramática del turismo, cerca de 750 mil toneladas están “sin un destino claro y al borde de ser desechadas”, señala El País.
Uno de los responsables de la industria solicitó que de ahora en más la gente comiera papas fritas “dos veces a la semana”, para así evitar que miles de kilos queden en la basura.
Romain Cools dijo en su cuenta de Twitter que las personas “podrían reemplazar temporalmente el consumo de pizzas y productos similares” por las papas fritas, para “vaciar cámaras frigoríficas y ganar espacio para congelar otras”.
Además del llamado, los productores llegaron a un acuerdo con el gobierno de Flandes y entregarán 25 toneladas por semanas a bancos de alimentos para ayudar a las personas más necesitadas.