Los devastadores incendios forestales que afectan a Australia habrían ocasionado la muerte de más de mil millones de animales, acorde a los últimos datos que manejan los ecologistas.
Según informa CBS, canguros, wallabies y koalas se encuentran entre las especies que más han sufrido, muriendo de forma directa o indirecta producto de los siniestros en la nación oceánica.
Ante esto el medio fue a visitar al grupo de rescate animal más grande del país, llamado «Wires», en donde reciben mil solicitudes de ayuda al día, tratando además a especies como zarigueyas y zorros voladores, quienes resultan con quemaduras o que ven expulsados de sus hábitats producto de las llamas.
«Estamos realmente preocupados», sostuvo al respecto uno de los voluntarios que trabaja en el lugar, quien está a cargo de cuidar a cuatro wallabies bebés que vieron morir a su madre mientras intentaba conseguir alimento en medio de los incendios.
«Tenemos que mantenerlos y asegurarnos de que regresen a la naturaleza para reproducirse», afirmó.
Otra rescatista está a cargo de un canguro gris y de un wombat. «Solamente el cielo sabe cuántos quedan, realmente es impactante», expresó.
«Para todos nosotros (estos animales) son bastante únicos en Australia, y una vez que se hayan ido, eso fue todo», se lamentó.
«Esta es una situación muy trágica para los koalas»
Por su parte, el experto en biodiversidad australiana de la Universidad de Sídney Chris Dickman, estimó la cifra total de animales muertos en Nueva Gales del Sur en 800 millones, con un impacto total de mil millones en todo el país.
El especialista señaló a BBC que una de las especies que más se ha visto afectada por las llamas son los koalas.
«Esta ha sido una situación muy trágica para los koalas. Hay cálculos de unos ocho mil que han muerto por los incendios en el norte de Nueva Gales del Sur y cerca de 30% del hábitats de los koalas en el norte del estado ha resultado afectado», afirmó.
Cabe mencionar que en mayo del 2019 la ONG Fundación Australiana del Koala aseguró que los koalas se encuentran «funcionalmente extintos», asegurando que no quedan más de 80 mil en todo Oceanía.