El 26 de abril de 1964 Paul Joseph Fronczak fue robado por una mujer que se hizo pasar por enfermera desde el Hospital Michael Reese en Chicago.
La supuesta enfermera ingresó hasta la habitación de Dora Fronczak y le dijo que tenía que llevarse al niño para unos exámenes de rutina y nunca más volvió.
El bebé tenía un día de vida y su “desaparición” desató una búsqueda por todo el país y a los dos años la investigación del FBI rindió frutos, apunta New York Post.
Encontraron a un niño abandonado en Nueva Jersey con “rasgos parecidos” a Paul. Esa era la única evidencia, pero finalmente Chester y Dora Fronczak lo criaron como su hijo a pesar de todas las dudas.
Con el pasar de los años, Paul siempre tuvo dudas respecto de su identidad, ya que se parecía muy poco a sus padres y el 2013 se sometió a pruebas de ADN. Descubrió lo que siempre sospechó: no era el hijo biológico de Chester y Dora.
“Siento en mi corazón que el verdadero Paul Fronczak está vivo y bien, y nada me haría más feliz en esta vida que encontrar al verdadero niño secuestrado”, dijo en ese momento el hombre tras conocer la noticia, señala Fox News.
Al tomar conocimiento del descubrimiento, el FBI reabrió la investigación y hace unos meses llegó hasta una casa en la zona rural de Michigan donde le comunicó quién era y su trágica historia al verdadero Paul.
La noticia fue revelada hace un par de días y el hombre no quiso que se diera a conocer su nueva identidad, asegurando que en su historia “aún hay muchos cabos sueltos”.
Además, no quiso decir si iba a ir a visitar a su madre biológica, que sigue viviendo en Chicago. Su padre ya falleció.
El FBI afirmó que sigue investigando los hechos, que no dará más información “por respeto a las víctimas” y no ha dejado claro si el caso estaba resuelto.