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Revelan escalofriante perfil sicológico del hombre que asesinó a balazos a su “mejor amiga” porque no quiso ser su novia

Impacto causó en Argentina el asesinato de Carmen Alejandra Luján, una joven de 30 años que fue víctima de quién creía que era su mejor amigo, Sergio «Teco» Fernández (35).

El hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Caseros, en donde la mujer vio que el sujeto se encontraba sentado en el living de su departamento. Allí sostuvieron una discusión debido a que él quería que ella fuera su novia, algo que rechazaba ya que solo lo veía como amigo.

Todo esto se lo contó a su hermana vía mensaje mientras el «Teco» seguía en la vivienda, el pasado domingo. Y pese a que a todas luces era llamativa e insistente la postura del hombre, el hecho no llamó tanto la atención ya que sabían que él estaba obsesionado con ella.

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Se tatuó sus iniciales

Según informa Crónica, ambos se conocían hace años y eran muy amigos. Incluso Fernández prácticamente era parte de la familia de ella ya que nunca se separaba de Luján.

«Él era artesano. Trabajaba en los talleres cuando mi hermana entró. Mi papá, que también era empleado, los presentó. Desde ese momento, él manifestó el amor por Carmen y se hicieron amigos. Muy amigos», relató al medio María, la hermana de la víctima.

«Nosotros lo conocimos y era muy amable. Era de una personalidad sumisa, nunca contestaba mal. Siempre estaba de buen humor y le expresaba todo lo que sentía a mi hermana. Ella siempre le dijo que sólo eran amigos y que así se iban a mantener. Pero eso no le importaba y le hacía regalos todo el tiempo. Estaba obsesionado, pero nunca imaginamos que iba a pasar de eso. Creímos que estaba todo controlado», agregó.

Sin embargo, pese a que creían que estaba todo controlado, hubo varios hechos que demostraban que la conducta del hombre era extraña. Mejor dicho, escalofriante.

Por ejemplo, uno de los hermanos de Carmen murió en un accidente y toda la familia decidió hacerse un tatuaje en común en honor a él. Y «Teco» también quiso ser parte y cuando vio lo que ellos se hicieron, se sumó a la causa.

Pero no fue el único tatuaje, ya que en un acto de locura se tatuó «CAL», las iniciales de su amiga. «Yo entiendo que la quería, pero ¿quién se tatúa el nombre de un amigo? Nadie», afirma María.

Su conducta estaba poniéndose agresiva

Eso sí, en el último tiempo su comportamiento no era el mejor. Y si bien en la familia lo veían como un integrante más del núcleo, su enfermiza obsesión por la mujer estaba siendo cada día más notoria.

«En el último tiempo se puso más denso. Todo el tiempo le recriminaba y le pedía explicaciones. De hecho estaba enojado porque se iba de viaje a Cuba, ya que creía que mi hermana ‘lo iba a olvidar’. Pero no entendía que era un simple viaje de vacaciones», indica María.

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Hasta que el sábado llamó a Carmen para decirle que a su hermano lo habían supuestamente apuñalado, por lo que quería su compañía.  «Al final nada de eso fue cierto. Simplemente era parte de un plan premeditado para matarla. Estuvo toda la noche en el cuarto de al lado, dijo lo del hermano, planificó todo y hasta quiso simular un suicidio. De eso estoy segura», remarcó María.

Le disparó en dos ocasiones en la cabeza a la mujer tras negarse ella a ser su novia y tener relaciones con él. El asesino posteriormente se entregó a la policía.

«De él no sabíamos casi nada. Sé que tiene un hijo de 12 años y una ex mujer que le puso una perimetral. Esto contado por él mismo. Su mamá vive en Parque Patricios y hace un año más o menos que estaba desempleado porque lo echaron del ferrocarril por un fraude que cometió», remató la hermana de la víctima.

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