Cuando los investigadores llegaron a revisar los restos de un incendio en la ciudad de Missouri, casi de forma inmediato se dieron cuenta de que había algo “sospechoso” luego de encontrar el cuerpo sin vida de Joshua Murray.
Era tal la seguridad que tenían de que algo no cuadraba, que luego señalaron que lo único que los demoró fue que “estaban esperando el informe de la autopsia”, indica ABC News.
Al ser interrogada por la policía, Amy Murray, la esposa de la única víctima de las llamas, dijo que había ido con su hijo de 11 años y sus perros a un McDonald’s. Que tras regresar estaba lleno de humo y que la habitación que compartía con su esposo ardía por todos lados, por lo que no pudo ingresar a la vivienda para intentar salvarlo.
Lamentablemente para Amy, los investigadores encontraron una hamburguesa de la cadena de comida rápida en la cocina y una bolsa de McDonald’s “en el bote de basura del garaje”, señala Lake Expo.
Las sospechas contra la mujer se hicieron realidad luego de que la autopsia determinara que Joshua Murray no había muerto en el incendio, sino que había fallecido con anterioridad envenenado con anticongelante.
Además, las pericias realizadas por bomberos indicaron que el fuego fue provocado intencionalmente y que se utilizó un acelerante.
Como si fuera poco, la policía descubrió que Amy mantenía una relación sentimental con Eugene Claypool, un reo que cumple condena en el Centro Correccional de Jefferson City, lugar donde la mujer trabajaba como enfermera.
Los agentes escucharon conversaciones entre ambos en los que Amy le aseguraba que estaba cansada de estar cerca de su esposo y que ahora la vía estaba libre para casarse porque su esposo estaba muerto.
La mujer está detenida, acusada de asesinato en primer grado y se fijó una fianza de 750 mil dólares.