“Es una locura, es como en las películas”. Las palabras de Miles Joyner, un sobrino de Stacy Lynnette Joyner que fue asesinada hace 27 años, reflejan un poco la perplejidad de su familia tras enterarse de que el homicida era un hombre conocido y que mantenía amistad con varios de ellos.
El crimen había quedado sin resolver, sin embargo fiscales de Brooklyn encontraron que nunca se habían realizado las pruebas de ADN, a pesar de que se habían tomado distintas muestras desde el cuerpo de la víctima, señala New York Post.
Las pruebas indicaron que el ADN pertenecía a Calvin Grant, el que se encontraba en los registros de la policía desde el año 2000 tras una condena por robo.
La madre de Stacy, Jaqueline Joyner Graham, dijo que a nadie le había importado la muerte de su hija, que “sólo lo barrieron debajo de la alfombra”, aún cuando “todos sospechaban” de Grant.
“¿Cómo no lo comprobaron? Fue como si no les importara realmente”, se quejó desconsolada.
Por su parte, Miles Joyner no se contuvo y dijo que el tipo era “un monstruo”.
“El asesino ha estado viviendo aquí todo el tiempo. Él está caminando entre nosotros, sonriéndonos”, afirmó.
Grant se encuentra detenido y podría recibir una condena de 25 años.