La policía de Florida recibió un llamado al 911 en el que un conductor acusaba que un Mercury Grand Marquis había golpeado varias veces su auto mientras se dirigía a comprar comida rápida.
Cuando lograron detenerlo para realizar el control de tránsito, uno de los uniformados aseguró que Earle Gustavas Stevens “apestaba a alcohol”, que “arrastraba las palabras” y que además tenía los ojos “rojos y brillantes”, indica The Smoking Gun.
Como si fuera poco, en el asiento del pasajero había una botella de Jim Beam a medio beber.
Ante las evidencias, el policía de inmediato le preguntó al hombre de 69 años si había estado tomando mientras conducía, lo que Stevens negó tajantemente dando una insólita explicación.
El sujeto aseguró que “no bebía mientras manejaba”, sino que lo hacía cuando el auto estaba detenido, por lo que aprovechaba las detenciones en las luces rojas y los discos pares para darle un trago al bourbon.
Stevens fue sometido a varias pruebas para comprobar su estado y terminó detenido luego de que el alcotest registrara casi el doble del límite legal.