El Centro Cultural chileno Matta de Buenos Aires llevó hoy la memoria del escritor chileno-argentino Manuel Rojas (1896-1973) a la ciudad que le vio nacer en una muestra biográfica en la que resaltan algunos momentos claves de su vida a través de citas suyas, textos e imágenes.
Bajo el título de «Manuel Rojas – Una oscura y radiante vida» -en honor a la obra «La vida oscura radiante» (1971)-, se exhibe un recorrido por «algunos hitos de su vida» relacionados con su creación literaria, que el propio autor tuvo que elaborar sin apenas formación académica, explicó el presidente de la Fundación Manuel Rojas, Jorge Guerra.
La inauguración, que fue realizada por el canciller chileno, Heraldo Muñoz, contó con la presencia del embajador de Chile en Argentina, Jose Antonio Viera; el ministro chileno de Cultura, Ernesto Ottone, y Jorge Guerra, entre otros.
Heraldo Muñoz describió a Rojas como «la mejor expresión» de lo que han querido conseguir Chile y su país vecino. «Nació en Buenos Aires, también vivió en Mendoza y Rosario y se empapó de la cultura de este país y la llevó al nuestro», alegó frente a un público compuesto en su mayoría por diplomáticos.
El canciller se encuentra en la ciudad porteña con motivo de la reunión que tendrá lugar mañana entre la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y su par argentino, Mauricio Macri, para consolidar la relación entre ambos países. El objetivo de esta muestra, abierta 120 años después de su nacimiento, es «que Manuel Rojas vuelva a Argentina» y que se promuevan actividades, talleres y charlas para hablar de su obra», explicó Guerra.
Esta exposición sobre el autor de la emblemática obra «Hijo de ladrón» (1951) estará abierta al público hasta el 20 de enero, tras la cual será llevada a las ciudades argentinas de Rosario y Mendoza, localidades en las que vivió parte de su infancia y adolescencia. El público chileno también puede disfrutar de esta muestra, ya que está siendo exhibida en su territorio.
Rojas marcó «un antes y un después» con su obra «Hijo de ladrón», destacó Guerra, una publicación que produjo «un cambio fundamental» en el tratamiento estilístico literario y que rompió con la narración lineal. Con estas hazañas logró convertirse en «una de las tres grandes figuras de la literatura narrativa de Chile del siglo XX», además de José Donoso (1925-1996) y Jorge Bolaño (1953-2003), aseguró el presidente de la Fundación.
La única hija viva del escritor, la neurocirujana María Paz Rojas, explicó a Efe que está «muy impresionada» por que se haya organizado esta muestra en Buenos Aires. «Verlo aquí me produce… no podría decir que es alegría, es una sorpresa muy grande porque él nunca se lo habría imaginado jamás», aseguró en medio de las decenas de personas que leían los paneles informativos de la exposición sobre su padre.
«Era un hombre de origen humilde que llegó a ser un gran, gran escritor», concluyó su hija, quien mantuvo una relación «extraordinaria» con él y que lo acompañó en sus últimos meses de vida.
Como cierre del evento, el actor chileno Patricio Contreras leyó un extracto del ensayo «Chile, país vivido» y recitó el poema «Gusano», ambos textos del que fuera Premio Nacional de Literatura de Chile en 1957.
EFE
