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Cinco años después de su fracaso en el escenario de la Quinta Vergara, Ricardo Meruane vuelve por su revancha y se muestra confiado en la sala de Conferencias del Hotel Sheraton Miramar. El comediante que vivió uno de los momentos más negros de su carrera el año 2011, espera revindicarse mañana en el Festival de la Canción de Viña del Mar.
«Lo que alcancé a mostrar en aquella oportunidad tenía merecidas las pifias. Ahora presentaré una rutina más punzante y reflexiva», comenta el humorista nacional sobre el show que brindará mañana en la Ciudad Jardín, agregando que tomó la decisión de ser parte de esta nueva edición del certamen porque «la última vez quedé con un gusto amargo y siento que es lo que hay que hacer».
En relación a cómo se ha preparado para enfrentar al temido «monstruo» por segunda vez, cuenta que «he probado la rutina con distintos públicos y estoy asesorado por un buen equipo», destacando que por ser el último humorista en presentarse en la versión 2016 del Festival, «he sintetizado al máximo, para no redundar en los mismos chistes que los artistas que ya salieron».
Meruane, quien lleva más de 30 años haciendo humor político, siente que existe un facilismo en caer en monólogos de crítica social, argumentando que «hay que buscarle una vuelta de tuerca al tema y eso es lo que yo voy hacer mañana. Ofreceré un scanner del Chile actual, desde una mirada aguda, pero profunda».
En el caso de que el público no lo acompañe, confiesa que «no podría ser peor que la otra vez, entonces haríamos el ´no se molesten 2′» (ríe). Sin embargo, está cómodo con la jornada que le tocó presentar su show (junto a Don Omar y Wisin), porque a pesar de ser una noche para jóvenes, «ellos también son víctimas del sistema, por lo que pueden sintonizar conmigo, sólo pido que vayan con la disposición de escuchar».
Por Lucía Díaz / PUB
