- Comunicador multifacético, experto en marketing y redes sociales y emprendedor por naturaleza.
Tim Wu es abogado y profesor de la Universidad de Derecho de Columbia. El 2003 inventó el término neutralidad de la red, que es el principio por el cual tu proveedor de internet y los gobiernos tratan a todos de igual forma, sin importar a qué sitios entran. La tarifa se mantiene plana. No existen “paquetes” por entrar a sitios. La velocidad es la misma.
Wu está preocupado y en su nuevo libro llamado “The Curse of Bigness” plantea preguntas clave asociadas directamente a cómo movimientos de ultraderecha están captando adeptos y la existencia de nuevas diferencias sociales, vinculadas al uso y dirección de la tecnología.
En un artículo reciente que escribió en el New York Times plantea la siguiente idea: en 1930 empezó el alza del fascismo. Uno de los argumentos que empujaba eso era una economía monopolizada.
Si hay una economía en monopolios (como en muchos casos la tienen empresas tecnológicas) el peligro es inminente. Según él, los observadores de la postguerra argumentaron que la estructura económica alemana, basada en cárteles, permitió que Hitler creciera. Los monopolios industriales en acero, caucho y carbón, entre otros materiales, llevaron a Hitler al poder y forzaron al mundo a la guerra.
Hoy existen monopolios globales, que han generado, sostiene Wu, que la gente haya perdido influencia en la política económica y por extensión, en sus vidas. Ya no tienen influencia en sus salarios estancados, en la atención médica o el precio de los bienes y eso genera indignación, haciendo crecer a los populistas.
Lo interesante del nuevo libro de Wu es que es el momento de generar quiebres en los poderes más fuertes de internet, por ejemplo, Facebook, del cual es dueño Instagram, ya que cree que provoca “daño social” debido a cómo se trata a los anunciantes. No es que sea “too big to fail”, como dice la frase clásica de la economía, que piensa que las cosas grandes no caen, sino que es demasiado grande para ser tolerada. Whatsapp también es de ellos.
IBM fue juzgada por lógica monopólica, y qué pasó: aparecieron Microsoft y Apple. Nacieron compañías de tecnología desde ese espacio gracias a la demanda de IBM. Sacarse esa sombra, genera avances. Wu se pregunta: “¿qué va a nacer a la sombra de Facebook? Un caso, Snapchat”.
Tambien plantea que la industria farmacéutica y la aérea debe ser mirada. Y también la cervecera. Es la hora, según Wu, que el dinero circule.
Es muy interesante observar esto, incluso para mirar cómo nosotros, como país, podríamos entrar a ser parte de la conversación global sobre qué vamos a desarrollar en estos mundos. También acá hay gran cantidad de iniciativas que merecen atención y recursos y probablemente esos accionistas de Silicon Valley prefieren irse a la segura, en vez de arriesgar en lo local, que se transforma en global cuando tiene la oportunidad.
Indudablemente, nunca ha sido bueno que todo quede en pocas manos, sino que haya más espacios para el desarrollo de talentos y el mundo tecnológico es amplio para ello. Lo de Wu no deja de ser interesante.
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