Colombia enfrenta una alta tensión social. El gobierno de derecha de Iván Duque promueve una reforma tributaria y una gran cantidad de gente salió a la calles a rechazar la medida.
Como es costumbre en Latinoamérica, las autoridades no hacen caso al clamor popular y eso desencadena violencia. El miércoles 28 de vivió el llamado «paro monumental», que detuvo a las principales ciudades del país.
La gente se volcó a las calles y las protestas alcanzaron un llamativo nivel de respaldo.
Pese a que la mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas, se dieron actos de violencia. Uno de los más dramáticos fue la muerte de Marcelo Agredo, un joven de 17 años.
El muchacho golpeó con una patada a un policía motorizado, quien sacó su pistola de servicio y le dio un balazo que le quitó la vida de inmediato. Toda la escena quedó registrada en videos de testigos, que rápidamente llegaron a redes sociales.
El padre del joven, Armando Agredo Bustamante, habló para Noticiero CM& quien visiblemente afectado aseguró que: “Mi niño falleció allí a consecuencia de un tiro que le metió un agente de policía. Mi hijo atacó al policía de una patada pero en el cual no era conveniente de que me le disparara a quemaropa a quitármele la vida”, cita Publimetro Colombia.
La versión de la policía
La policía de Cali afirmó que el hecho ocurrió durante saqueos que tiendas comerciales. “La patrulla de Policía atiende un caso donde al parecer unas personas estaban guardando unos elementos hurtados. El personal policial va a recuperar los elementos, es objeto de agresiones por parte de estas personas, se presentan hechos de violencia. Toda esta situación está siendo puesta a disposición de la autoridad competente”, aseguró.
Según las autoridades, el balance de la jornada de masivas protestas dejaron a 6 personas muertas.