La tarde de este jueves 22, el Servicio Médico Legal (SML) de Concepción realizó los últimos peritajes al cuerpo del pequeño Tomás Bravo. Cinco horas de análisis justo en vísperas de la entrega del cadáver a su madre, Estefanía Gutiérrez. Esto ocurrirá mañana viernes, luego de que el niño fuera hallado sin vida el pasado 26 de febrero a unos kilómetros de su casa.
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Los últimos análisis fueron realizados a petición de la Fiscalía de Biobío y de la Fundación Amparo y Justicia, que actúa como querellante en ese caso, informó Radio Biobío. Las labores fueron encabezadas por la perito forense Vivian Bustos, que viene SML de Santiago. Y estuvieron siendo observados vía telemática por la especialista Carmen Cerda, en representación de la fundación.
Los peritos extranjeros puestos a disposición de la investigación por Amparo y Justicia se coordinaron previamente con Bustos para desarrollar indagaciones específicas. También estuvo presente en el SML un perito de la Defensoría Penal Pública, indicó Cristian Sleman, jefe regional de estudios del organismo.
Reunión reservada
Tras la jornada de trabajos, la perito Bustos se trasladó hasta la Fiscalía Regional del Biobío para entrevistarse con la fiscal jefe, Marcela Cartagena. Este encuentro que fue reservado. En el informe que fue conocido la semana pasada se indicó que la causa de la muerte fue por hipotermia e inanición, descartando el abuso sexual. Sin embargo, la fiscalía pidió nuevos análisis después.
La diligencia ocurrió en la antesala de la entrega del cuerpo del niño, que saldrá desde el SML de Concepción hasta la provincia de Arauco. Este proceso de traslado fue coordinado por las autoridades. Habrá acompañamiento, según anunció el gobernador provincial de Concepción, Julio Anativia.
Por la muerte de Tomasito hasta ahora hay una sola persona formalizada: su tío abuelo Jorge Escobar. Este se encuentra actualmente libre, luego de que tanto el juzgado de garantía de Arauco como la Corte de Apelaciones de Concepción no encontraron los indicios necesarios que lo vinculen a la muerte del niño. El tío abuelo fue la última persona que vio con vida al niño, a mediados de febrero.
