Brasil vive días totalmente oscuros ante las cifras que ha dejado la pandemia en las últimas semanas. El pasado martes, el gigante sudamericano se convirtió en el primer país del mundo en superar las mil muertes diarias por covid-19, y ahora el expresidente Lula Da Silva ha arremetido fuertemente contra el actual mandatario Jair Bolsonaro.
Lula no tuvo filtros para asegurar que Bolsonaro es el culpable, de lo que ha denominado como el «mayor genocidio de la historia» de Brasil, debido a las más 300.000 muertes que ha cobrado el coronavirus.
«El martes, 3.158 personas murieron por covid en Brasil. Este es el mayor genocidio de nuestra historia. Nuestra atención no debe centrarse en las elecciones del año que viene, sino en la lucha contra el virus y la vacunación de la población. Tenemos que salvar a Brasil del coronavirus», afirmó Lula, en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel.
«Bolsonaro no se toma en serio el covid»
«Un presidente no puede saberlo todo, pero él (Bolsonaro) debería tener la humildad de consultar a las personas que saben más que él», apuntó Lula quien dijo que el mandatario debe «reunirse con científicos, médicos, gobernadores y ministros de Salud para poner en marcha un plan para derrotar al covid»
«No se toma en serio al covid… No cree en las vacunas, gastó una fortuna en un medicamento llamado hidroxicloroquina aunque está demostrado que no servía. Durante un año nos contó mentiras. Durante un año provocó a todos los que no estaban de acuerdo con él», agregó.
«Si tuviera un poco de grandeza debería pedir perdón a las familias de los 300.000 muertos por coronavirus y a los millones de infectados», tiró Lula.
Lula podría volver a la escena política
Cabe recordar que el pasado 8 de marzo un juez del máximo tribunal de Brasil anuló todas las sentencias contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, lo cual le restablecerá sus derechos políticos y le permitirá postularse para la presidencia en las elecciones del próximo año.
El juez Luiz Edson Fachin escribió en su decisión que el tribunal de la ciudad de Curitiba, que sentenció a Da Silva dos veces por corrupción y lavado de dinero, no tenía jurisdicción para juzgar al líder de izquierda.
Ambas condenas se derivaron de un gigantesco escándalo de corrupción en el gigante petrolero estatal Petrobras, sacado a la luz por la operación “Lava Jato” (“Lavado de Autos”).
