En medio de las graves denuncias de abuso sexual y violación en su contra, el alcalde de Cerrillos, Arturo Aguirre, renunció a su militancia en el Partido Socialista. Esto, además, luego de que incluso la misma abanderada presidencial del conglomerado, Paula Narváez, exigiera su expulsión.
Los hechos, por los que existe una investigación de la PDI, fueron dados a conocer por Ciper durante la semana, donde cinco mujeres que trabajaron en el municipio acusaron al jefe comunal de realizar tocaciones, amenazas de dejarlas sin empleo en caso de no tener relaciones sexuales, besos forzados, caricias y llamas nocturnas.
Y pese a que Aguirre ha negado las acusaciones y presentó una contraquerella por injurias y calumnias, decidió poner fin a su militancia en el PS, situación que ya estaba siendo evaluada por el Tribunal Supremo del partido.
Su decisión fue informada mediante una carta dirigida al presidente socialista, Álvaro Elizalde, donde explicó que “efectivamente, es un mal momento de mi vida y estoy consciente del impacto que esto implica para nuestro partido. También he leído la declaración de nuestra candidata presidencial, Paula Narváez, al afecto de solicitar mi expulsión del partido y estimo que es necesario unir todas las fuerzas para que nuestra candidata despliegue exitosamente su campaña y logremos una segunda presidenta socialista para Chile”.
“En esa perspectiva, entiendo que hay intereses superiores a los de un conflicto local, para el partido y para Chile. Es por eso que anhelo evitar ataques de la derecha y de otros sectores opositores al partido que pudiesen generar impactos internos en momentos que necesitamos construir el máximo nivel de unidad interna para enfrentar las tareas futuras y particularmente la campaña presidencial”.
“Siendo así las cosas, expreso a usted mi voluntad de renunciar al Partido, como ha sido el llamado de la compañera candidata presidencial. Por cierto, que esto es muy doloroso para mí, perderé a mi partido, mas seguiré siendo socialista», cerró Aguirre en la misiva.
