Hasta ayer eran tres teorías que se manejan en torno a la desaparición de Tomás Bravo, pero en las últimas horas, la hipótesis del atropello ha ido tomando fuerza.
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El primer indicio lo entregó una perra rastreadora, que siguió el olor del pequeño desde el lugar donde su tío abuelo lo dejó, hasta la orilla de la carretera. Esto quiere decir, que el niño camino desde ese punto, hasta la calle que lleva a su casa.
Ya el niño ahí pudo haber sido atropellado o llevado por terceros, pero lamentablemente el día posterior a su desaparición llovió en el lugar, lo que podría haber borrado rastros de frenazos o huellas de personas.
La madre del pequeño, Estefanía Escobar, sigue manteniendo que ella cree que alguien se lo llevó, tal como lo mencionó el primer día.
Caseta y cámaras de seguridad desaparecidas igual que Tomás
Por otro lado, está la desaparición de una caseta, en cuyo techo tenía dos cámaras de seguridad, las únicas del sector.
De acuerdo a los antecedentes, esta caseta siempre estuvo en la plantación de eucaliptos, pero ahora ya no está…al igual que las cámaras.