El 56 por ciento de los estadounidenses es partidario de que el Senado condene a Donald Trump por incitar a la insurrección, una mayoría que sin embargo oculta el respaldo del que sigue gozando el magnate neoyorquino entre sus votantes y entre los simpatizantes del Partido Republicano, según un sondeo.
En términos generales, un 44 por ciento de las personas entrevistadas en esta encuesta, publicada por CBS News, está en contra de que Trump sea condenado y, por tanto, inhabilitado para presentarse en un futuro a la Presidencia de Estados Unidos.
El dato se dispara al 83 por ciento si solo se tienen en cuenta a los seguidores del Partido Republicano y al 92 por ciento entre quienes reconocen que votaron por Trump en las elecciones de noviembre, en las que se impuso el demócrata Joe Biden.
Entre quienes defienden la condena, el juicio político que arranca este martes es una forma de que Trump rinda cuentas y un defensa de la democracia estadounidense tras el asalto al Capitolio del 6 de febrero, mientras que quienes abogan por la absolución lo ven «innecesario» y una «distracción».
Un 56 por ciento, el mismo porcentaje de quienes quieren que se condene a Trump, creen que el expresidente alentó la violencia en la sede del Congreso, si bien entre los demócratas la proporción aumenta al 88 por ciento y esta cae al 21 por ciento en las filas republicanas.
CUESTIÓN DE LEALTAD
La encuesta, elaborada por la firma YouGov a partir de 2.508 y con un margen de error de 2,3 puntos porcentuales, muestra que el grueso de votantes republicanos sigue siendo fiel a Trump, hasta el punto de que más de siete de cada diez ven «importante» que los senadores del partido se mantengan «leales» al antiguo inquilino de la Casa Blanca.
Este mensaje de lealtad, sin embargo, contrasta con la disposición que muestra un gran número de estadounidenses cuando se le pregunta por la posibilidad de adherirse a un hipotético tercer partido fundado por Trump. Uno de cada tres responde abiertamente que «sí» y un 37 por ciento apuesta por el «quizás».
«Volveremos de alguna manera», prometió Trump en su último discurso público, horas antes de la toma de posesión de Biden y antes de emprender rumbo a Florida, donde permanece alejado del ojo público.