Ante la incertidumbre de saber si estaba o no contagiado de coronavirus, un hombre de 36 años no encontró mejor idea que ingerir tornillos con el fin de ser hospitalizado y así lograr que le realizaran una prueba de PCR.
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El caso ocurrió hace unos días en Greenfield, Wisconsin, Estados Unidos, pero recién en las últimas horas ha salido a la luz pública. Según medios locales, el sujeto ingresó a una gasolinera a pedir ayuda alegando que se había tragado varios tornillos.
Cuando llegó la ambulancia, el hombre fue trasladado en condición estable siendo trasladado a la urgencia de un hospital, tal como detalló el jefe de bomberos de Greenfield, Joh Coin.
Según informes policiales, el desesperado hombre no presentaba tendencias suicidas, por lo que solo se trataría de un caso de un paciente que quería conseguir a toda prueba realizarse el test PCR para descartar si padecía covid-19.