El pub Loyalty del barrio de Salamanca en Madrid hizo caso omiso a las recomendaciones sanitarias por el coronavirus y realizó una fiesta clandestina. Y bueno, para no ser multados por violar el toque de queda, mantuvieron «secuestrados» a 36 clientes.
Debido a la llamada de los vecinos, alertando que en el lugar se escuchaban ruidos a las 1.30 horas de la madrugada, la policía llegó al recinto comprobando que, efectivamente, había un local con las puertas cerradas con llave y del que desde su interior se escuchaba música y a personas.
El medio La Vanguardia, informa que tras apertura del local, sobre las 6.15 horas, la gente comenzó a salir de forma rauda, intentando escapar y agrediendo a varios agentes de la policía.
Ya dentro del pub, la policía descubrió a 36 personas y, según manifestaciones de algunas de ellas, no pudieron salir del local a pesar de su voluntad de querer hacerlo, ya que no querían abrir las puertas hasta acabar el toque de queda. Por ello, los agentes arrestaron a dos individuos por un delito de detención ilegal.