Cuando se menciona el nombre de Patricio Bañados, es imposible no recordar al hombre que fue figura emblemática de la icónica campaña del No contra la dictadura de Augusto Pinochet, en 1988.
A 32 años de la fecha en que el general fue derrotado en las urnas, Bañados recordó lo difícil que fue para él convertirse en el rostro del No y lo solo que quedó tras la jornada decisiva.
En conversación con Eduardo Fuentes, en el programa Mentiras Verdaderas, Bañados recordó con nostalgia que «esa noche, nadie me llamó. Ni al día siguiente. Nadie. Ni al siguiente, ni a la semana, ni al mes, nunca más supe nada«.
Bañados dijo no saber por qué ocurrió eso, que luego de haber sido el rostro emblemático de la campaña, no volvió a tener contacto con nadie, salvo hace un par de años. «Nunca fui invitado cuando se celebran aniversarios del triunfo del No, ya sea que estén en el Gobierno o no, salvo la última vez. Hace un año, me parece, me llamó Juan Gabriel Valdés para decirme, oye, nos vamos a juntar… y por supuesto que no fui, pero cada año hacían reuniones y a mí jamás me invitaron», dijo.
Cómo se convirtió Patricio Bañados en rostro central de la franja
En el mismo espacio de conversación, Bañados recordó cómo fue que llegó a convertirse en la persona que lideró la franja del No.
«Estuve cinco años cesante y nunca recibí un llamado de parte de los políticos, nada. A pesar de que me habían echado defendiéndolos a ellos. Bueno. Estaba retomando algunos programas en la radio para ganarme mis pesos y de radio Cooperativa me llaman para moderar los foros que se hacían con motivo de que venía el plebiscito. Que se iban a hacer muy equilibradamente, qué se yo, con gente de derecha e izquierda. Entonces fui y estaba moderando. Ahí, entre paréntesis, estuvieron Espina, Allamand, Piñera y gente del otro lado. Y un día llega Genaro Arriagada a la radio. Faltaba como un mes para la votación. Y me dice que van a hacer una franja del No, que esto y que lo otro, y que han hecho un estudio y que yo soy la persona más adecuada. Después supe, porque lo dijo José Miguel Salcedo, el actor, que fue también cerebro de la franja del No, me dijo, hicimos un estudio y Patricio Bañados era lejos, lejos la persona de más confiabilidad en la televisión. Entonces vino Genaro Arriagada a proponerme esa cuestión».
Según Bañados, la decisión de aceptar no le resultó fácil. «Lo pensé. Porque cuando yo trabajé antes en radio Chilena e hice comentarios abiertamente contra el Gobierno, mis hijas fueron amenazadas, y estaban en colegio. A mi hija mayor, (le hicieron) un llamado telefónico, sabemos a qué hora vas a salir del colegio, cuídate no más, ya a vas a ver, dile a tu padre. A mi segunda hija la atropelló un militar en una calle oscura, mi hija iba en una bici moto, con ruido de motor y luz. A eso de las siete de la tarde iba a ver a una amiga con la que se habían puesto de acuerdo por teléfono. Y de pronto sale un auto y la atropelló, la tiró a dos o tres metros. Me llamaron del hospital militar para decirme que estaba la niña allá, yo no podía ir, me había dado un golpe esa vez y la vinieron a dejar toda vendada, a mi hija, que es preciosa. Así que yo sabía a lo que me exponía y, lo pensé, lo hablé con mi familia, lo hablé con amigos».
«Finalmente, la verdad es que era algo tan importante, decirle que no a un dictador grosero, inescrupuloso. Devolverle la democracia al país, que es una vergüenza vivir una dictadura. Yo viví tantos años en Europa, y lo único que uno podía sacar respecto a Chile es «dictadores no hemos tenido nunca». Así que finalmente decidí que sí, bueno, lo voy a hacer.»