El pasado 25 de junio a las 13:30 horas, el secretario general del Senado, el exfiscal regional Sur, Raúl Guzmán, fue sorprendido comiendo en el restaurante Loyola. Se trata de un lugar especializado en mariscos, ubicado en la comuna de San Miguel. Esta última, al igual que otras de la región Metropolitana, se encontraba en cuarentena y el local con prohibición de atender en el recinto, salvo para delivery.
En un artículo publicado por Radio Biobío, Guzmán aparece acompañado del exfiscal adjunto de la zona oriente y actual asesor de la Regional Sur, Roberto Contreras, hijo de un ministro de la Corte de San Miguel. Junto a ellos fue captada una tercera persona que aparece de espaldas, cuya identidad no pudo ser confirmada. Ninguno de ellos portaba mascarilla ni respetaba la distancia física.
No se podía hacer sumario, ahora si
Si bien, en aquella oportunidad la Seremi de salud metropolitana, Paula Labra señaló que no se podía abrir un sumario porque primero se debía acreditar el hecho, ahora si se abrirá. «Vinimos a constatar los hechos y el restaurante estaba cerrado, ahora está abierto, aunque funcionando para delivery», señaló. Sin embargo, dada la presencia de cucarachas en el lugar y ante la «presunción de la falta gravísima de atender público en una zona en cuarentena», se abrirá el sumario sanitario. «Y desde este momento, el local queda con prohibición de funcionamiento», agregó la autoridad.
En una primera instancia no se haría sumario, pero ahora si. No solo para el restaurante, sino que también para los comensales mencionados. «Vimos las fotos en los medios y vamos a notificar a las tres personas que irresponsablemente estaban comiendo en el lugar». La seremi fue enfática en aclarar que como autoridad son «ministros de fe y teníamos que constatar los hechos».
Hasta 50 millones de pesos
«Ya se constató y se puede iniciar el sumario», reiteró. Según Labra, la multa para el restaurante podría llegar a los 50 millones de pesos, Mismo monto podrían pagar quienes fueron a comer al lugar. La versión entregada por el restaurante fue que «ellos vinieron a esperar comida para retirar». «No es una respuesta loable», dijo Labra, agregando que en las fotografías expuestas en los medios se veían copas servidas y platos en la mesa.
La notificación se hará a la brevedad, tras lo que los involucrados tendrán 5 días hábiles para realizar descargos por correo electrónico.
