En medio de los días más duros que vive nuestro país por la pandemia del covid-19, los test rápidos -que miden la presencia de anticuerpos- cobran relevancia a la hora del diagnóstico. Sin embargo, sobre dicho método recaen cuestionamientos, entre otras cosas, por el riesgo de falsos positivos y falsos negativos.
«Lamentablemente hoy hay mucha desinformación de parte de las empresas y personas que están ofreciendo los test de anticuerpos», establece desde la empresa Andes HSG, su gerente comercial Guido Albornoz.
El propio Albornoz entrega claves para la correcta realización de los test rápidos. «Es necesario que la toma de muestra sea realizada por un profesional de la salud, ya que se debe seguir al pie de la letra el protocolo indicado para obtener un resultado correcto, sino se incrementa considerablemente el riesgo de falsos positivos y falsos negativos. De esa forma se asegura un resultado óptimo», apunta.
El planteamiento de Andes HSG se basa en un estudio publicado en la revista «American Journal of Clinical Pathology», en el que se establece que los resultados de los tests sanguíneos por punción en la yema del dedo varían significativamente de una gota a otra, de manera que se requiere la medición en un número de gotas que oscila entre 6 y 9 gotas para obtener un resultado que se aproxime a la realidad. Sin embargo, incluso en ese caso existen variaciones significativas entre una gota y la siguiente.
Ante ello, Albornoz afirma que «el test de anticuerpos requiere de una toma de sangre intravenosa (0.5ml). Luego se mezcla con el líquido sobre el cassette y en 15 minutos se muestran los resultados. El proceso completo demora máximo 20 minutos por paciente».
En la misma línea, recalca que para mayor confiabilidad «el test se debe realizar como máximo cada 2 semanas, de esa manera se lleva mejor control en los ciclos de contagios del virus en el paciente y en su entorno laboral».