Las alcaldesas de Washington DC y Atlanta declararon que el presidente Donald Trump debería comenzar a tratar de lograr la reconciliación racial en Estados Unidos, o quizás lo mejor sería que dejase de hablar.
La alcaldesa de DC Muriel Bowser fustigó a Trump por haber tuiteado que el Servicio Secreto está dispuesto a desatar «perros salvajes» contra los manifestantes frente a la Casa Blanca.
El gobierno y las comunidades, añadió Bowser, deben reconocer el dolor y la rabia que está sintiendo el pueblo en vez de «usar la retórica segregacionista del pasado».
La alcaldesa de Atlanta Keisha Lance Bottoms, por su parte, declaró que Trump debería mostrar «una compasión genuina hacia nuestras comunidades».
Recordando los polémicos comentarios de Trump tras una marcha de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, Bottoms afirmó que Trump nuevamente está empeorando la situación al amenazar con usar la fuerza militar para sofocar los disturbios y «a veces simplemente debería abstenerse de hablar».