Esta semana, y en medio de la crisis por el coronavirus, un grupo de estudiantes internistas de medicina de la Universidad Católica se paralizó. No querían seguir trabajando en el Hospital Clínico UC hasta que la casa de estudios les garantizara el piso mínimo de seguridad sanitaria.
En el anuncio de la paralización, los alumnos sostenían que “las actividades de internado deben suspenderse hasta que sea necesaria la presencia de más personal, a modo de disminuir el riesgo de que seamos vectores de contagio, y entendiendo que aun estamos a tiempo, como sociedad, de lograr aplanar la curva».En contraste a este caso, y mientras la polémica estaba al rojo vivo, un grupo de internos de medicina de la Universidad de Chile se ofreció de manera voluntaria para reforzar labores en el Hospital Clínico de dicha institución. «Creemos que es lo mínimo que podemos hacer para ayudar a nuestro país», señalaron.
Cambio de planes
Finalmente el conflicto en la UC se arregló. Tras una jornada repleta de comentarios, tanto a favor como en contra de la manifestación, las autoridades anunciaron una resolución en el caso. Durante la tarde de este jueves, los estudiantes realizaron una votación y, de forma unánime, decidieron deponer su decisión de paralizar sus actividades.
“En la realidad que vive hoy el país, valoramos y agradecemos la decisión tomada hoy por los internos de séptimo año de deponer el paro”, señalaron Marcela Cisternas M, directora de Pregrado y Rafael Torres, director Escuela de Medicina.