La muerte de Cristian Valdebenito, adulto de 48 años que se suma a la lista de víctimas fatales desde el estallido social, se convirtió en la primer muerte presunta por impacto de lacrimógenas. Si bien aún no hay querellas contra las policías ni registros visuales que den cuenta del hecho, tanto el testimonio del personal de urgencias del SAMU que lo atendió, como testigos que estaban junto a él, dan cuenta de que el traumatismo craneal fue culpa de una lacrimógena disparada a corta distancia.
En ese contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se refirió a su muerte, y aprovechó de reiterar su llamado a suspender el uso de lacrimógenas para la dispersión de manifestaciones. «La CIDH lamenta la muerte del manifestante Cristian Valdebenito, en el contexto de la protesta social en Chile. De acuerdo con el personal de urgencias y el relato de testigos, la muerte se produjo tras el impacto de una bomba lacrimógena», indicaron.
En esa línea, el organismo internacional señaló que tras su visita in loco a Chile, el «CIDH advirtió sobre el frecuente efecto indiscriminado de armas menos letales en el contexto de protestas, como los lacrimógenos. Su uso debe ser desaconsejado, debido a la imposibilidad de controlar la dirección de su impacto».
Cabe recordar que la Comisión emitió el pasado 31 de enero las recomendaciones preliminares luego de su visita en noviembre al país, donde destacó la gran cantidad de violaciones a derechos humanos por parte de las policías.