«Mientras yo sea presidente no habrá progenitor uno y dos, habrá papá y mamá». Con esa frase, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, cerró de golpe al puerta a la posibilidad de que ese país se allane a la idea de legalizar el matrimonio homosexual.
Las declaraciones del líder son en respuesta a la iniciativa de la diputada ultraconservadora Olga Batálina, quien pidió incluir en la Constitución el matrimonio tradicional entre un hombre y una mujer.
Al respecto Putin insistió que “mientras sea presidente” nunca se legalizarán los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Cabe mencionar que Rusia está estudiante, por medio de un grupo de trabajo, una serie de enmiendas a la Constitución.
Polémicas declaraciones
La diputada Batálina, que forma parte de la comisión dijo hace un par de días que hace no más de diez años las familias no estaban formadas por “progenitor número uno y progenitor número dos”.
“Es una realidad en algunos países. Esto ha despertado el deseo de algunos autores, que han enviado sus enmiendas. Quieren acuñar en la Constitución que la familia es la unión entre un hombre y una mujer”, dijo.
Por eso Putin se tomó de sus palabras para manifestar que “¿y si es una familia incompleta? ¿Entonces qué? Vamos a precisar algunas cuestiones. Matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer y la familia es un poco diferente“, apuntó.
El mandatario ruso que apoya la moral conservadora que promueve la Iglesia Ortodoxa Rusa, siempre se ha manifestado en contra de la unión homosexual.
Pese a que desde 1993 la homosexualidad ya no es delito en Rusia, Putin promulgó una ley contra la propaganda homosexual tras argumentar que estas producen un daño psicológico y moral a los menores de edad.
