Si bien hubo una baja, de todas maneras el año pasado se vendieron 372.878 autos nuevos en Chile, mostrando que pese a todo, este mercado es más o menos firme ante diferentes circunstancias. Claro que la gran mayoría siguen siendo bencineros o a diésel.
Según datos de la Asociación Nacional Automotriz (Anac), en 2019 se vendieron solo 850 vehículos híbridos y 302 eléctricos, pero hay que considerar que siete años antes eran 297 y 5. Claro que, pese a ser más económicos en consumo, su costo –que puede variar entre los $14 y $42 millones- es el gran impedimento para su masificación.
Pese a ello, llamó la atención que la última entrega de la Radiografía de la Industria Automotriz, estudio desarrollado por Chileautos, portal de compora venta de autos usados, reveló un crecimiento explosivo de 197% en las búsquedas de híbridos y eléctricos respecto al 2018. Pero además, los avisos cargados a la plataforma de este tipo de automóviles pasó de 295 a 1.886. Además, el precio es algo más amable, ya que el promedio es de de $19.095.917.
“La verdad si bien puede parecer algo bien significativo, si uno lo compara con el resto de las publicaciones es muy incipiente”, reconoce Andrés Cooper, gerente general de Chileautos. Pese a ello, afirma que todo parece ser que la tendencia solo irá al alza.
Y el ejecutivo pone las fichas en los híbridos, debido a que tienen la autonomía como ventaja, ya que “cuando se termina electricidad y empieza a funcionar el combustible, y que además se va recargando mientras se usa la bencina”.
Consideraciones técnicas
Otros de los aspectos a considerar es las dudas que se pueden tener respecto a aspectos tan relevantes como el cuidado de este tipo de vehículos.
Al respecto, Juan Esteban Barichevich Hernández, director de la Escuela de Mecánica y Electromovilidad de Inacap, explica por ejemplo que una de las diferencias es que “en un vehículo eléctrico, las mantenciones son cada 30.000 o 40.000 kilómetros, lo que se debe principalmente a la baja considerable de partes y piezas comparado con un vehículo convencional”.
En tanto, en un híbrido, los intervalos de mantención son similares, ya que también funciona con un motor a combustión interna.
Otro ítem que algunos dicen hacen que valga su precio es el rendimiento y es que «un vehículo híbrido, en la ciudad, rinde sobre 20 kilómetros por litro, porque cuenta con un motor eléctrico que funciona cuando estamos detenidos», apunta.
El académico también despeja otra duda que dice relación con la capacidad para responder ante las necesidades de reparación de estos automóviles, aunque atado a las propias empresas automotrices que los venden, ya que indica que “todas las marcas que se encuentran representadas en nuestro país y que están comercializando vehículos eléctricos o híbridos enchufables, ya cuentan con personal técnico capacitado”.
Lo mismo sucede con los repuestos. “Cada marca representada en Chile, en tanto, tiene stock de partes y piezas de los modelos en comercialización”, añade.
Tema no menor, sobre todo para los eléctricos es donde “enchufo” el auto. “Hay un tema de infraestructura que difuculta un poco, porque los puntos de carga aún son bastante escasos”, plantea Claudia Santibáñez, directora de la Escuela de Ingeniería en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la U. Mayor.
La académica también plantea que aún falta resolver aspectos como cargar estos vehículos en los hogares, sobre todo para quienes viven en edificios.
Respecto del primer punto, cabe señalar que en enero pasado, la empresa Enel X anunció una “electroruta” que busca establecer 1.200 puntos se carga entre Arica y Punta Arenas. Barichevich también destaca que, a nivel domiciliario, “existen proyectos inmobiliarios que ya contemplan la instalación de puntos de carga en edificios residenciales”.
Por otro lado, Santibáñez también apunta la necesidad que ese «electrocombustible» también tenga un origen limpio. Y es que “tenemos que recordar que la generación de electricidad también contamina”, dice. Si bien se ha avanzando de manera importante en energías renovables, “la matriz energética en Chile aún es muy contamimante”, recalca.