La actividad geotérmica en una isla volcánica de Nueva Zelanda aumentó de manera significativa el miércoles, señalaron expertos, lo que representa un duro golpe para los familiares que esperan a que los rescatistas recuperen los cuerpos que permanecen en el lugar después de la erupción letal del lunes.
Los temblores volcánicos aumentaron por la mañana, acompañados de un incremento en la cantidad de vapor y fango que salía de la isla White, informó la agencia de monitoreo sísmico GeoNet.
“Interpretamos estas señales como evidencia de que persiste la elevada presión de gas al interior del volcán”, dijo la agencia. “La situación sigue siendo muy incierta en cuanto a la actividad a futuro. Aún es posible que haya erupciones en las siguientes 24 horas”.
Se confirmaron seis muertes a causa de la erupción del lunes. Cinco personas fallecieron al momento de la explosión o poco después, y una sexta murió la noche del martes en un hospital en Auckland.
Se cree que otras ocho personas han muerto, y sus cuerpos aún siguen en White Island, que permanece cubierta de cenizas. Otras 30 personas siguen hospitalizadas, de las cuales 25 se encuentran en condición crítica. Muchos de los lesionados sufrieron quemaduras graves.
Bruce Bird, comisionado adjunto de la policía, dijo que la situación se monitorea cada hora.
“La seguridad de nuestro personal es una de nuestras prioridades”, dijo Bird. “Esto nos tiene que salir bien”.
Bird agregó que desplegaron un dron sobre la isla para medir los niveles de gas después de que los fuertes vientos obstaculizaran esas labores el martes.
Sin embargo, el piloto de helicóptero Mark Law dijo que la demora es difícil de entender y que, si fuera por él, saldría de inmediato.
“Tomaría 20 minutos llegar ahí. Sabemos en dónde están”, dijo en referencia a los cuerpos. “Entonces podríamos traerlos a casa”.
Los sobrevivientes de la erupción corrieron al mar para escapar del vapor y cenizas, y salieron cubiertos de quemaduras, dijeron las primeras personas en llegar a su auxilio.
La tragedia tendrá un prolongado efecto en el pueblo de Whakatane, que se jacta de ser la entrada a White Island. Además de ser un importante atractivo turístico para los 20.000 residentes, el volcán tiene un significado casi místico y sus fumarolas constantes son parte del paisaje.
Se desconoce si la isla volverá a recibir a turistas alguna vez después de la terrible tragedia que se desarrolló después de que el volcán hizo erupción poco después de las 2 de la tarde del lunes.