Según las últimas estadísticas, hay más de 4,6 millones de morosos en Chile, por lo que los endeudados en general son hartos más. Y como si estar en esa condición no fuera suficiente ahora el Banco Central alertó sobre las consecuencias que puede ocasionar la crisis social que está viviendo el país.
El ente emisor presentó este lunes el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del segundo semestre de 2019. Dado que se cerró el 21 de octubre, junto con el inicio de las protestas ciudadanas en el país, se adjuntó una minuta complementaria, que analiza el nuevo escenario desde la perspectiva de la estabilidad financiera.
Particularmente del lado de los usuarios de crédito, no se observaban cambios importantes a nivel agregado. No obstante, se identifica que una caída en los niveles de actividad tendría un impacto relevante, especialmente para segmentos de hogares con mayor carga financiera y de empresas que han empeorado sus indicadores de crédito.
Estas vulnerabilidades son particularmente relevantes para evaluar los riesgos asociados a una prolongación o intensificación del escenario de turbulencia social surgido en la segunda quincena de octubre.
En particular, aunque indicadores del mercado financiero, como el tipo de cambio, los precios de acciones y las tasas de largo plazo, tuvieron movimientos relevantes con el surgimiento de las protestas, el canal más importante de transmisión a observar corresponde a la actividad, el empleo y la situación de sectores particularmente afectados, como el comercio. Un deterioro de las expectativas como producto de la prolongación de la incertidumbre también podría tener impactos relevantes, advierte el BC.