Ya sea en el pino de la empanada, en un anticucho o simplemente el lomo o abastero tirado a la parrilla con un poco de sal. Qué duda cabe que la carne es la reina de todo tipo de celebración, sobre todo para fechas como las Fiestas Patrias.
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Aunque cada parrillero tiene su corte favorito, lo único claro es que el consumo de este producto del vacuno aumenta de manera importante. No por nada las estimaciones apuntan a que cada persona, en promedio, va a comer 1,5 kilos durante la semana dieciochera.
Dato que viene desde la asociación gremial que reúne a las Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile, ChileMeat, desde donde estiman que el consumo de vacuno este año se incrementará en 24% durante este período.
Cifra importante, aunque menor que el incremento de 57% registrado en 2018, cambio que Rafael Lecaros, gerente general de ChileMeat atribuye a dos causas: “al feriado muy largo, donde parte del presupuesto se va a viajar y se deja a destinar a carne” y a que “hay menos mercadería nacional que el año pasado, porque las exportaciones han aumentado mucho”.
Respecto de esto último, cabe recordar que cerca de 60% de la carne que consumimos viene del extranjero, principalmente de Brasil con más de 60 mil toneladas en lo que va del año, seguido de Paraguay con 47.205, cifras acumuladas entre enero y agosto de este año. De hecho, del aumento dieciochero en el consumo de vacuno, sólo 8% corresponde a producto nacional.
133
mil toneladas de carne se han importado entre enero y agosto de este año, siendo más de 107 mil las que llegan de Brasil y Paraguay
Sin embargo, la carne nacional está siendo valorada en el exterior. No por nada se registra un crecimiento superior al 50% de las exportaciones del sector durante el primer semestre de este año con 7.800 toneladas, es decir, unos 350 contenedores de carne, destacan desde el gremio. “La carne chilena está siendo valorada pro los mercados de afuera, donde se se va a mayores precios”, destaca Lecaros.
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Y tal como sucede con el cobre, China es el principal destino con el 72% de total. De hecho, las exportaciones de carne local han crecido más de 100% hacia ese país, encabezadas por el vacuno completo, además de cortes como sobrecostilla, huachalomo, asado de tira y lomos.
“La carne chilena está siendo valorada pro los mercados de afuera, donde se se va a mayores precios”
Demanda del gigante asiático que sólo crecerá porque recientemente autorizó la importación inmediata de carnes chilenas maduradas al vacío o refrigeradas, ampliando la autorización de solo carnes congeladas.
Qué pasa con el precio
Debido a la relación entre oferta y demanda, es normal que el precio de la carne suba para estas fechas, sobre todo cuando se acerca el mismo 18 de Septiembre, factor económico al que este año se podría sumar la sequía.
Pese a ello, desde el Gobierno esto lo descartan tajantemente. El lunes el ministro de Agricultura, Antonio Walker, señalaba que “quiero asegurar categóricamente que la sequía no afectó los precios de agosto y septiembre en hortalizas, en frutas y en carnes”.
Y al menos hasta ahora eso así ha sido. Según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), dependiente de dicho ministerio, el costo de cortes como el lomo liso o el abastero en la Región Metropolitana, no varió más de $360 entre la primera semana de septiembre de 2018 versus el mismo periodo de este año. Incluso, según estos mismos datos, están más baratos en el caso de los supermercados.
“El mercado ha estado en equilibrio, con un precio del dólar alto, pero parejo y que ya está internalizado”, afirma Lecaros. Además, añade que la sequía, por ahora, no sería factor debido a que la mayor producción se da en el sur, donde sí ha llovido y las importaciones también ayudan a controlar los precios.
Carne versus sequía
La ONU a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicaba en marzo pasado que para producir un kilo de carne se requerían más de 15 mil litros de agua. Cifra que cuesta dimensionar, pero que evidemente es importante dado el actual contexto de megasequía por el que atraviesa el país.
Al respecto, Vanessa Weinberge, doctora en Ecología e investigadora del Centro Gema de la U. Mayor, explica que llegar a ese dato, el reporte considera no sólo el agua que es consumida por el animal, “sino que también se cuantifica el agua requerida para la producción de su alimento, que puede ser cereal, pasto o ambos”, además de otros factores como la especie de vacuno.
“En forma resumida, podríamos decir que cuando se reporta el agua asociado a un kilo de carne, se está resumiendo no sólo el consumo directo del individuo, sino también del agua requerida para hacer crecer el alimento de esa especie”, sostiene.
Desde la industria, Lecaros de alguna manera este tipo de datos, afirmando que “no guardan relación con la realidad” y “que no tienen que ver con el impacto de la ganadería en el consumo de agua”.
Pese a ello, sostiene que han tomado medidas para hacer más eficiente su producción, en lo que está en sus manos. Lecaros dice que “siempre hay espacio de mejora en las distintas etapas”. Dice que “estamos preocupados que el almancenamiento de agua bebestible para los amimales sea el adecuado”, además de cambiar la forma en la que se lavan los corrales de estos.