Las cosas para el planeta van de mal a peor, este martes el ministro de medio ambiente de Japón, Yoshiaki Harada, anunció que pronto tendrán que verter el agua radiactiva de la planta nuclear de Fukushima al océano pacífico.
Harada señaló que la empresa Tokyo Electric de aquí al 2022 se quedará sin espacio para almacenar más de un millón de toneladas de agua contaminada. «La única opción será drenarlo en el mar y diluirlo», argumentó enfatizando en que es su opinión personal y sin especificar la cantidad que sería desechada.
Sin embargo, el secretario jefe del gabinete de Japón, Yoshihide Suga, enfatizó en que es la opinión personal de Harada. El gobierno está esperando un informe elaborado por un panel de expertos para tomar la decisión. Entre las otras opciones que se manejan están vaporizar el líquido o almacenarlo en tierra durante un periodo prolongado, destacan medios internacionales.
De acuerdo con un estudio de Hiroshi Miyano, quien lidera el desmantelamiento de la central, tomaría 17 años verter el agua en el océano después que se haya diluido para reducir las sustancias radiactivas a niveles que cumplan con las normas de seguridad.
Los más perjudicados serían los pescadores locales, a quienes les ha llevado ocho años recuperar la industria, y Corea del Sur, desde donde ya han expresado preocupación por la medida.