El primer ministro italiano hoy cerro la puerta por fuera al decir en el Senado que: «La crisis en curso socava la acción de este gobierno que se detiene aquí. Aprovecho para comunicar que presentaré mi dimisión como jefe de gobierno ante el presidente de la República (Sergio Mattarella)».
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La crisis del Ejecutivo se originó por la ruptura entre el Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, ya que el líder de éste último partido y ministro del Interior, Matteo Salvini, presentó una moción de censura en contra de su ex aliado, Conte.
El renunciado primer ministro se refirió a Salvini en términos muy duros, lo acusó de oportunismo y de «irresponsabilidad institucional», al haber desatado una crisis «que ha llevado al país a una espiral de incertidumbre política y financiera».
Cuando le tocó hablar Salvini aseguró que su partido no teme «perder los cargos» y pidió dar la vez a los italianos, un pueblo «libre y orgulloso» que aspira a un gobierno que responda «sólo ante el pueblo italiano, no ante Merkel (Alemania), o Macron (Francia)», y que tiene «una idea de familia con hijos que tienen un padre y una madre, un padre y una madre».
Lo que viene ahora es que el presidente Mattarella consulte con los partidos políticos para ver si se puede formar una nueva coalición, y si no hay acuerdo se disolverá el Parlamento.