Un barco que transportaba a decenas de migrantes desde Turquía a una isla griega naufragó el martes por la madrugada y siete personas murieron, entre ellas dos niñas.
La Guardia Costera griega dijo que rescató a 57 personas, mientras que otras siete _dos niñas, cuatro mujeres y un hombre_ y que parecían inconscientes habían muerto.
Se canceló un segundo operativo de búsqueda y rescate en la zona frente a la isla de Lesbos, en el Egeo oriental, una vez confirmado el paradero de todas las personas a bordo, dijo la guardia. No había desaparecidos.
La causa del naufragio no estaba clara.
Aunque el número de personas que zarpan hacia las islas griegas desde la cercana costa turca ha bajado desde que la crisis de refugiados tocó techo en 2015, cientos de personas siguen intentando la ardua travesía cada semana.
La distancia desde la costa turca es corta, pero los contrabandistas suelen usar embarcaciones precarias a las que cargan mucho más allá de su capacidad, lo que provoca naufragios.
Bajo un acuerdo entre Turquía y la Unión Europea con el objeto de detener el flujo de migrantes hacia Europa, los que arriban a las islas griegas son alojados en campamentos. Pueden ser deportados a menos que Grecia acepte su solicitud de asilo.
El proceso largo y burocrático de solicitud de asilo ha provocado una fuerte sobrepoblación y malas condiciones en muchos campamentos.