El 2 de mayo María Inés Contreras Figueroa de 68 años, llegó hasta Cancún junto a sus hijos y sus respectivas parejas para pasar unas paradisíacas vacaciones. La familia celebraría un matrimonio doble. Antes de la ceremonia, realizaron tours para conocer el lugar.
En uno de ellos, María Inés se lesionó una pierna. Según el relato de su hijo Fabián, «volvía, el barco se movió y mi madre dio un paso en falso, golpeándose la pierna derecha (…) fue un golpe que provocó una pequeña laceración». Sin embargo, en ese momento lo vieron como una lesión menor.
El comienzo de la tragedia
No se dieron cuenta de la gravedad hasta el día de la ceremonia. “Cuando estábamos en pleno acto de la ceremonia nosotros… cuando la gente se paró para darnos el abrazo mi madre no se levantaba (luego) se levantó, me abrazó y se puso a llorar”, explicó Fabián.
Según los relatos de Fabián a la prensa, su madre le dijo que le costaba mantenerse de pie porque le dolía mucho la pierna.
En ese momento, decidieron llamar al seguro y llevarla a la clínica que les habían asignado. Ahí se le diagnosticó «traumatismo por esguince». Le pusieron un yeso y la dieron de alta.
Una grave infección
Pero esa noche, la madre de los novios seguía con dolores. La llevaron nuevamente a la clínica, y tras revisarla tres médicos, decidieron llevarla a un centro asistencial más especialistas, ya que la anterior era solo de atención primaria. El seguro ya no corría. Habían superado los montos que éste cubriría en el viaje.
La familia debió contratar una ambulancia para llevarla hasta el Hospital Galenia de Cancún. Además de ese traslado, debieron costear los casi $12,5 millones por días de hospitalización y exámenes.
Lamentablemente María Inés empeoró. Tuvieron que trasladarla hasta el Hospital General de Cancún, donde quedó en observación.
“El miércoles 8 (de mayo) vinimos al hospital y nos encontramos con nuestra madre muriéndose, tenía dificultad para respirar y la presión por los suelos”, relató Fabián. Todo empeoraría. La mujer fue derivada a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Amputar o morir
En esa situación, tuvieron que contratar un cirujano aparte, ya que no había uno disponible. El profesional la atendió y tras ver que presentaba una septicemia y que la infección avanzaba, propuso una medida extrema: amputar su pierna para salvar su vida. Los hijos aceptaron, no había alternativa.
Fue en ese momento que la historia se hizo pública. La familia se quedó sin dinero para regresar y necesitaban ayuda de las autoridades chilenas en el extranjero.
La situación llegó a ser tan precaria, que María Inés dormía en el suelo del hospital.
Un llamado de auxilio
Su marido no viajó. Estaba en Chile. Ayudó a dar a conocer la situación. “Mis hijos están allá abandonados porque les pasó una desgracia», señaló Manuel Valderrama, esposo de María Inés.
“Lo único que les pido al Gobierno y a las autoridades de Chile es que quiero a mi señora en Chile, que pongan un avión ambulancia porque lo necesitamos”, agregó.
La familia había hecho cotizaciones. El traslado tendría un costo de 80 mil dólares. Ante esto, Valderrama señaló «hemos visto en la televisión cómo han llevado gente con aviones de la FACh para otros lados, a otros países y han traído de vuelta. Yo he visto en televisión, con mucha amargura y pena, que acá cuesta mucho para hacer ciertas cosas”.
Finalmente, falleció
A esas alturas, el director de asuntos consulares, Raúl Sanhueza, señalaba a los medios que el estado de María Inés era de suma gravedad y que se encontraba en coma. Hoy, tres días después de las declaraciones de su esposo, María Inés falleció.
No llegó el avión solicitado por la familia. La causa del fallecimiento fue una falla multisistémica. Antes de su fallecimiento, su hijo, Fabián Valderrama, manifestó su molestia en redes sociales: «Que el Gobierno sepa que si hoy nuestra madre muere, estará en sus conciencias el no haber actuado como corresponde», escribió.
¿Por qué Cancillería no pudo traerla?
Ante las críticas, Raúl Sanhueza, Director General de Asuntos Consulares de Cancillería, explicó por qué no fue posible el traslado de la mujer a Chile.
«Hubo una petición concreta de la posibilidad de traslado en avión ambulancia el 19 o 20 y nosotros la vimos el 22 y en ese contexto instruimos al cónsul que fuera a Cancún y que preguntara al equipo médico lo que es de protocolo si doña María Inés estaba en condiciones de soportar el traslado de manera segura y si eso era conducente», comenzó.
Luego añadió que «la respuesta del equipo médico mexicano era que no era posible el traslado en avión ambulancia porque involucraba una serie de riesgos debido a su debilidad general en que se encontraba».
Si traerán el cuerpo
Pese a lo anterior, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Valdivia, anunció que Cancillería colaborará con los trámites para repatriar el cuerpo de María Inés.
«En este momento tenemos que esperar la entrega de todos los certificados de parte de todas las autoridades médicas y sanitarias mexicanas y luego ya de eso disponer del traslado de los restos de la señora María Inés hacia Chile», dijo al Canal 24 Horas.
Además, señaló que «acompañaremos, estaremos pendientes y presentes en todas las gestiones. Pero aquí también dependemos de los propios tiempos de la gobernación y de las autoridades mexicanas. Cuando ya tengamos todo eso dispondremos de la repatriación de los restos de la señora María Inés y así también como de su familia».