En agosto de 2008 Daniel Reyes Pavez, entonces de 26 años, fue detenido en el paradero 43 de Avenida Santa Rosa con 40 kilos de marihuana prensada avaluados en 30 millones de pesos.
Desde mayo de 2013 el sujeto -a quien se le atribuye un pasado criminal en Francia e Inglaterra- cumple una condena de 26 años por los delitos de tráfico de drogas y porte ilegal de armas de fuego.
Instalado en la Calle N° 06 de la ex Penitenciaría, Reyes gozaba de comodidades prohibidas por el protocolo 2730 de Gendarmería. La noche de este jueves un allanamiento dejó al descubierto su celda vip, que contaba con un televisor de 40 pulgadas, sistema de TV cable, un voluminoso reproductor de audio, ventilador empotrado, un espejo, una silla y un trofeo, además de cerámica en las paredes y en el piso de la habitación.
En el pasillo se encontró un congelador repleto de diferentes tipos de carnes y jugos, que Reyes compartía con el resto de los internos del sector, mientras que el baño se encontraba remodelado con azulejos blancos y negros.
El operativo se inició a las 18.30 horas e incluyó el traslado de los internos al gimnasio, donde fueron ubicados hasta cerca de las 23.00 horas. De acuerdo a la evidencia presentada la mañana de ayer por Gendarmería y el Ministro de Justicia, Hernán Larraín, la exhaustiva revisión de las celdas permitió encontrar numerosas armas blancas, varios litros de licor artesanal, celulares y cargadores, 70 gramos de cannabis sativa y clorhidrato de cocaína.
Reyes y otros dos internos no volvieron a pisar la calle N° 06: debido a su ascendencia sobre la población penal se determinó su traslado a la cárcel de Alta Seguridad.
«Esto demuestra que los controles hasta ahora no han sido efectivos y que tenemos que hacer algo distinto», sostuvo el ministro de Justicia Hernán Larraín, quien comprometió una política de tolerancia cero en los penales.
«La información que nos ha entregado el director nacional de Gendarmería es que se ha hecho una investigación preliminar en todos los planteles del país y el cuadro que se vio en Colina II no se repetiría», añadió el secretario de Estado.
En tanto, el director nacional de Gendarmería, Christian Alveal, reveló que los reos habían adaptado un espacio a resguardo del personal institucional. «Lo impresentable radica en los cerrojos que los internos tenían soldados desde el interior de sus celdas, lo que permite que ellos tengan un espacio de mayor control. Eso no lo toleramos», reveló.
«Aquí hay muestras de poder y eso dentro de la cárcel no lo podemos permitir en ningún grupo ni persona. No pueden expresarse espacios a cargo de internos que estén relacionados con el narcotráfico», añadió Alveal.
Ministro compromete allanamientos semanales
El plan anticorrupción anunciado por el Ministerio de Justicia incluye 15 medidas, agrupadas en cinco ejes. Entre ellos, destaca la instalación de mallas anti lanzamientos, un régimen de dos allanamientos semanales en cárceles de alta seguridad, sistema de bloqueo de teléfonos celulares, adquisición de drones de seguridad y body scanners, entre otros.
Además, se creará una unidad de inteligencia e investigación criminal y se desvinculará de forma inmediata de los funcionarios involucrados en actos de corrupción. «También se implementará un software para registrar todos los castigos y sanciones que se adoptan, para que exista la máxima transparencia», sostuvo Larraín.
En paralelo, la máxima autoridad de Gendarmería puntualizó que ya hay un sumario en curso. «Siempre después de un hecho en que se encuentran situaciones no permitidas se establece un sumario administrativo para esclarecer cómo ocurrieron los hechos y determinar eventuales responsabilidades del personal de servicio», comentó Alveal.
Por último, se constituirá una mesa de trabajo entre Gendarmería, el Ministerio Público y el Ministerio de Justicia.