Es un dolor de cabeza para los madres todo los marzo de cada año: cómo costear el alto costo de los textos escolares. El Sernac determinó en febrero pasado que estos representan alrededor de 70% del gasto de la lista de útiles. Este mercado ha sido cuestionado y es por ello que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) puso sus ojos sobre él en octubre pasado y ya entregó los primeros resultados de su análisis.
Este martes presentó un informe preliminar el que da cuenta que “existen espacios tanto en el mercado estatal como privado de textos escolares que no se encuentran funcionando correctamente desde el punto de vista de la competencia, lo que estaría provocando que las condiciones comerciales a las que pueden acceder tanto el Estado como los consumidores no sean las óptimas, lo que sería atribuible a una baja intensidad de competencia en el mercado de textos escolares”.
En este sentido, el fiscal nacional económico, Ricardo Riesco, recalcó que “nos encontramos con un segmento con menos competencia de la esperada y con precios muy diferentes entre el mercado público y el privado». La autoridad apuntó que el informe «aporta con un diagnóstico claro y con recomendaciones sencillas de implementar que estimamos podrían impactar en productos de mejor calidad a menor precio, tanto para el Estado como para las familias que tienen que adquirir estos bienes”.
De hecho, se estima que el paquete de medidas enfocado en el sector público puede traducirse en un ahorro de entre 20% y 30% en la impresión de los textos y que las propuestas planteadas para el sector privado generarían una caída de 25% en el precio de los libros en el corto plazo y de hasta 70% en el largo plazo, al ser implementadas.
Esto último significa que una familia podría ahorrar alrededor de $87.000 por cada hijo en edad escolar al año. Si se considera tanto el segmento público como el privado, el país gastaría entre US$5,6 millones y US$19,4 millones menos anualmente en este ítem.
Las recomendaciones
Apuntado precisamente a mejorar los estándares de competencia en ambos segmentos y así disminuir los costos de estos libros, la FNE entregó una serie de recomendaciones:
- Mejoras a la licitación pública:
- Ampliar el plazo general de la licitación, especialmente para el desarrollo del producto y la impresión.
- Revisar la utilización de factores que no tienen definición absolutamente clara para declarar fuera de bases a participantes de la licitación.
- Separar licitación de contenido e impresión.
- Fijar número de reimpresiones.
- Establecer una política pública de largo plazo de adquisición de textos.
- Mejoras al mercado privado:
- Incentivar a que colegios adquieran textos como un insumo más del servicio educacional que proveen.
- Establecer a los colegios la obligación de informar y justificar a los apoderados, mediante una comunicación estándar, las decisiones tomadas en la elección de los textos escolares.
- Crear un sistema de información de la oferta de textos centralizada, que facilite la búsqueda de alternativas a los colegios y que genere una vitrina especialmente a las editoriales que no ganan la licitación pública, pero cuyos textos fueron aprobados técnicamente por el Ministerio de Educación.
- Adoptar medidas para permitir el funcionamiento de textos usados, tales como desempaquetar productos e informar de cambios menores que ocurran cada año en los textos.