Ayer al menos tres personas perdieron la vida y cinco resultaron lesionadas en Utrecht, un pueblo en el centro de Holanda, tras un tiroteo arriba de un tranvía.
La policía logró dar con el principal sospechoso, que luego de los disparos se dio a la fuga en un auto. Se trata de Gokman Tanis, un hombre de 37 años nacido en Turquía que viajaba al distrito Kanaleneiland cuando sacó la pistola y decidió disparar. La primera víctima cobrada fue una mujer, y según testigos, el resto de fallecidos y heridos fueron baleados a la hora de socorrerla.
Pero no es la primera vez que Tanis se enfrentaba a la justicia. El lunes 4 de marzo, dos semanas exactas antes del tiroteo, el sospechoso fue procesado por un caso de violación. Además, en 2012 fue juzgado por un robo en un camión en Brabante y al año siguiente por un intento de homicidio.
Para las autoridades del Servicio Nacional Antiterrorista de Países Bajos (Nctv), el ataque “tiene todas las características de un atentado terrorista”. Sin embargo el vocero de la Fiscalía de Utrecht, Bernard Jens, no descartaría otros motivos.
“También podría ser un crimen en la esfera de las relaciones personales. Se centró en una persona”, una mujer, y después cargó contra quienes intentaron ayudarla”, indicó a la prensa.
También repercutió a nivel internacional. En Alemania, se aumentó al vigilancia en la frontera holandesa. Heinrich Onstein, vocero de la policía federal en el estado Renania del Norte-Westfalia, dijo que agentes adicionales habían sido instruidos a no sólo vigilar las carreteras, también las vialidades más pequeñas y rutas ferroviarias.