El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, anunció una prohibición a las protestas de los chalecos amarillos en la avenida Campos Elíseos de París y en otras dos ciudades después de los disturbios del sábado en los cuales hubo saqueos e incendios.
Philippe indicó que la prohibición aplicaría durante un periodo no especificado en los barrios que han sido “más impactados” en las ciudades de París, Bordeaux y Toulouse, en donde ha habido constante destrucción desde que comenzó el movimiento en noviembre.
Philippe anunció las nuevas medidas de seguridad el lunes después de reunirse con el presidente francés Emmanuel Macron y altos funcionarios de seguridad para evitar que se repita la violencia registrada el sábado.
También informó que el jefe de la policía parisina, Michel Delpuech, será reemplazado después de esta semana por el prefecto Didier Lallement.
Ola de violencia
La nueva ola de violencia se produjo en momentos en los que la fuerza del movimiento de los chalecos amarillos _que empezó hace cuatro meses y exige una justicia económica_ ha disminuido.
Las imágenes de destrucción, incluido un incendio en un banco que envolvió en llamas un edificio residencial y puso en peligro la vida de una madre y su hijo, podría erosionar el apoyo del público.
Pero la renovada atención ha revitalizado a algunos manifestantes, que tomaron las redes sociales y convocaron a más protestas este sábado para ocupar la avenida parisina y exigir menos impuestos y más apoyo a los trabajadores de grandes empresas.
Las tiendas de lujo ubicadas en los Campos Elíseos permanecieron cerradas y protegidas con tablas el lunes. Algunas de ellas fueron saqueadas y quemadas por los manifestantes.
El mes pasado, el Parlamento francés aprobó una iniciativa respaldada por el gobierno de Macron para evitar la violencia en futuras protestas y para ayudar a las autoridades a mantener el orden. La ley “contra los alborotadores” no ha entrado en vigor debido a que el Consejo Constitucional debe evaluarla primero.