El femicidio frustrado de Nabila Rifo, mujer oriunda de Coyhaique a quien su ex pareja le sacó los ojos, desató la corriente debido a la indignación producida por la violencia hacia la mujer. Así el movimiento “Ni una Menos” se instaló en Chile y en octubre de 2016 se convocó la primera marcha feminista, para que en marzo del 2017 se hiciera tradición salir a la calle el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Año y medio después de eso inundó la palestra pública la denominada “marea feminista”, y hoy sus mismas protagonistas levantan las banderas para este año.
El pasado 8 y 9 de diciembre mil quinientas mujeres de distintos lados del país se reunieron en el Encuentro Plurinacional de Mujeres que Luchan y plantearon 10 puntos de exigencias, que este año involucran los otros tipos de violencia que se viven a través de la contaminación, pidiendo el fin de las zonas de sacrificio; la situación de La Araucanía, exigiendo la «desmilitarización del Wallmapu»; el acceso a la vivienda y la discriminación de la mujer en las artes.
Los puntos que ya forman parte clásica de la agenda programática son dos: la despenalización del aborto, con la tónica del traspaso de las tres causales, y la exigencia de plantear la educación como “no sexista”. En cuanto a este punto, este año la demanda rompe los márgenes y tiene un tinta más social, llamando a que sea “no mercantilizada, anticolonial y laica”.
Las otras miradas de la Huelga
A diciembre del 2018 la población total de extranjeros en Chile se elevó en un 60% en comparación al último Censo 2017. Un total de 1.251.225 migrantes y de ellos 605.097 son del género femenino. Y para estas mujeres la Huelga del 8M también pide una nueva ley de migración con enfoque de derechos humanos y de género.
De esta misma forma otras temáticas como la vivienda y los derechos humanos se tomaron la discusión que se preparó para la huelga de este 8M. La arista sindical propone el “trabajo digno, estable y seguro para todas”, sumándole a esto la unión de la Coordinadora No + AFP y la introducción del punto de “creación de un nuevo sistema previsional”.
Según un estudio de la Sociedad Internacional para la Educación Musical, hay un 69% más de posibilidades de sufrir acoso en una mujer que estudia artes, que una mujer que estudia otro tipo de carrera. “La mujer en el arte ha cumplido permanentemente un rol de musa, teniendo una visibilidad como objeto y una invisibilidad como creadoras”, dice Mical Romero, dirigenta del Centro de Estudiante de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Además de este problema, las artistas levantan la petición de un nuevo sistema de financiamiento para las artes y la cultura.
