David Serrano, el dueño de la parcela de Totalán que ordenó realizar el pozo por el que cayó Julen, ha explicado en una rueda de prensa su versión de los hechos. Acompañado de su abogado, Serrano ha comentado cómo vivió el momento en el que el niño de dos años cayó por el pozo.
«El niño estaba jugando cuando de pronto escucho voces aterradoras, me acerqué a donde estaban y el niño había desaparecido entre los dos bloques. Desde ese día todo me da igual, lo que pase o lo que no pase. Ha sido Julen, pero podría haber sido mi niña de dos años y eso nunca me lo voy a perdonar», ha comentado muy afectado antes de abandonar la sala.
El propietario de la finca y marido de la prima del padre de Julen ha contado que compró la parcela hace cuatro meses para plantar paltas y mangos y llevar unos caballos que tenía y que contrató los servicios de un pocero «especialista en perforaciones y búsqueda de agua». «Al mes vino Antonio con su camión al campo y me hizo un boquete de más de 100 metros dejándolo abierto.
Ante los medios, explica que tapó el pozo con dos bloques de hormigón. «Advertí del peligro que había, que alguien podía meter un pie y partírselo. Jamás pensé que podía caber un niño allí».