La fuente de Trevi (La Fontana di Trevi) en Roma, tiene una larga tradición: si te paras de espaldas a la fuente y arrojas una moneda sobre tu hombro izquierdo, tienes “garantizado” un viaje de regreso a Roma. Cada día, miles de personas participan en la costumbre, lo que equivale a recaudar aproximadamente 14 mil euros por semana (equivalente a casi 300 mil pesos mexicanos).
La revista Time, informó cuánto se recolecta, y también explicó que existe tanta acumulación monetaria, que cada día la caridad católica romana “Caritas” tarda una hora en barrer la fuente y distribuir el dinero a los necesitados. Incluso abrieron un supermercado low-cost en 2008 gracias a este dinero.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, convocó este lunes una reunión para estudiar si finalmente cambia la ordenanza por la que las monedas que los turistas arrojan a la popular Fontana di Trevi pasarán de destinarse a Cáritas, como ocurre ahora, a proyectos de conservación de los monumentos de la capital.
En las últimas horas, varias asociaciones católicas han acusado al Ayuntamiento de «quitar este dinero a los pobres».
En la ordenanza de 2017 se estipula que los cerca 1,5 millones de euros que se recogen anualmente en la Fontana di Trevi fueran gestionados directamente por el Ayuntamiento, lo que ya había provocado críticas y una primer aplazamiento de su puesta en marcha hasta 2019.
El pasado 28 de diciembre, el Ayuntamiento volvió a postergar la aplicación de esta ordenanza hasta el 1 de abril de este año y se reavivó de nuevo la polémica.
Según esta ordenanza, el uso de las monedas, que como tradición lanzan los turistas con el deseo de volver a visitar la Ciudad Eterna, estará gestionado por la empresa municipalizada ACEA, que se ocupa de servicio hídrico de la capital y del mantenimiento de las fuentes monumentales de Roma y que era ya la encargada de recoger y limpiar la Fontana de Trevi.
Ante la polémica desatada en Roma ante la posibilidad de que Cáritas dejara de recibir ese dinero, el ayuntamiento aplazó la decisión hasta finales del 2018. Finalizada la nueva prórroga, el municipio anunció que finalmente la medida saldría adelante y que será una empresa municipal la que se encargue de la administración de ese dinero. Esta medida, que dejará a Cáritas Diocesana de Roma sin una parte importante de sus fondos, entrará en vigor el 1 de abril de 2019.