Una tesis de hace 15 años resultó premonitoria. Dos compañeros de universidad, Carlos Oberg y Raúl Matus, se titularon de ingenieros con un dispositivo que planteaba la posibilidad de que todas las empresas, incluidos todos los negocio de barrio y pequeños emprendimientos, dejara atrás el papel y se pasara a la boleta electrónica.
Varios años después, a mediados de 2017 para ser exactos, ambos dieron vida a Vessi -de la mano de fondos Corfo y el centro Innovo Usach-, la primer máquina de fabricación chilena que da solución a la boleta electrónica y se asemeja a una calculadora. «Lo que hace es simplificar el registro tributario de tu negocio. La alternativa tradicional de boletas y registro papel, sincronizar con los registros de Transbank, quita mucho tiempo. Llevar libros, registro, al menos te quita media hora diaria, dependiendo del negocio».
La idea es simple: un dispositivo que registra la compra, emite la boleta de forma digital, y lleva el registro a la nube, que se suma directamente al Servicio de Impuestos Internos. Es decir, el pequeño emprendedor, el quiosquero de la esquina, no necesitará «cerrar a fin de mes», ni tampoco sumar las boletas, método que parece del siglo pasado pero que gran parte de los negocios sigue utilizando. Todo, además, sin necesidad de redes, computadores, ni instalaciones complicadas. También funciona con wifi y, en caso de problemas, sigue funcionando en modo offline.
¿Por qué llamarlo Vessi? «Queríamos hacer el juego entre la palabra ‘vecino’ y ‘SII’, así que lo llamamos VeSII. El problema es que cuando comenzamos a comercializarlo, todas las personas nos pedían un Vessi. De verdad, todas. Al final el nombre se lo pusieron ellos, y cuando se nos unieron dos socios más hicimos el cambio de nombre formal», relata Oberg.
Futuro
Lo cierto es que en poco más de un año ya suman 2 mil clientes. La mayoría, entre negocios pequeños, botillerías, minimarkets y tiendas de pequeña escala. Sin embargo, ahora también cuentan con una cantidad no menor de grandes empresas, incluidas dos aerolíneas.
«Vessi es el primer paso para digitalizar la pyme, pero lo siguiente es la gestión. La calculadora y el generador de boleta fueron el primer paso, pero ahora tenemos otra aplicación en la máquina que registra los productos, cuántos chocolates vendes, leches, etc. Eso les entrega estadísticas del volumen de ventas, como se mueve el inventario y cuánto vende cada máquina, en el caso de que sea más de una sucursal», explica el co fundador.
Por lo demás, la suerte también está del lado de la startup, que no pudo aparecer en mejor momento: en el momento que la nueva reforma tributaria del Gobierno entre en rigor, la boleta electrónica en los negocios y emprendimientos no será una necesidad, sino que una obligación. «Uf, es una oportunidad tremenda para nosotros, aunque también lo vemos como un desafío: seguir entregando el mejor producto y diferenciarnos, hacer aún mejor la plataforma», agrega.
Por lo mismo, según cuenta Oberg, que se esté abriendo la posibilidad a nuevos medios de pago les «abrió el apetito». «Nuestra idea es que el comercio necesite una sola máquina para su gestión. Nos encantaría poder procesar pago, cosa que está reservada para Transbank, porque Vessi puede generar códigos QR, recibir pagos electrónicos y procesar compras por NFC con el teléfono, solo que por capacidad y monopolio, no lo podemos hacer. Pero queremos ese espacio», cierra.