En el Metro, micro o tranvía de Berlín no existe ningún tipo de barreras ni torniquetes para prevenir la evasión: el que quiera puede llegar y subir. Sin embargo, la gente aún así prefiere pagar el pasaje, que por viaje cuesta desde los 2,70 euros ($785 chilenos), aunque allá también se hacen precios por ticket del mes o del año que parten en los 65 euros por mes y pueden llegar a los 81 de esa moneda (desde $51.100 a $63.680 de acá).
Pero, ¿por qué la gente paga si no hay barreras? Entre otras razones, porque en cualquier momento puede subirse un fiscalizador que tiene la autoridad de bajar del bus o tren a los evasores y hacerlos pagar de forma inmediata una multa de 60 euros.
Experiencia de un chileno
Eso es al menos lo que le pasó al chileno Nelson Benour López (29), con estudios en sicología y que actualmente vive como músico en la capital alemana. Iba en un tranvía y justo su «monatskarte» (ticket mensual que cuesta 81 euros) se había vencido. «Me pasó que me multaron y la situación fue súper incomoda porque realmente yo iba a comprar la Monatskarte «, relató a Publimetro.
«Realmente lo incómodo fue que el fiscalizador no hablaba muy bien inglés y no hubo posibilidad de entendernos, yo no hablaba tanto alemán en esa época, entonces fue muy poco práctica la situación», precisó. Y aunque alegó, no le quedó otra más que pagar.
¿Se puede implementar?
Y hacer pagar a los evasores de forma inmediata, tal como ocurre en Berlín, es lo que se estudia para Chile, según indicó a Publimetro la ministra de Transportes, Gloria Hutt. «Yo no la descarto, a mí me parece muy efectiva . Yo viví en Alemania dos años y vi que así era», sostuvo la autoridad.
Pero, ¿por qué funciona? Para Franco Basso del Observatorio de Movilidad Urbana de la UDP, «porque las personas entienden mucho mejor cuando el castigo está más cerca en el tiempo del acto cometido», explicó.
De todas formas afirmó que hay muchas variables antes de instalar un sistema como ese en Chile: «¿Qué pasa si el evasor no tiene plata? ¿Se le va a llevar a una comisaría?», se cuestionó.
También hizo referencia al método de pago, pues en Berlín se le paga al fiscalizador con tarjeta y no con efectivo. «Cuando hablamos de Alemania, tenemos a un país que está casi en un 100% bancarizado. Acá son otras cifras?», indicó Basso.
Otra medida
Aún así, cabe mencionar que esa medida por ahora sólo se mira con atención. pues hay otra que ya tiene camino recorrido y que próximamente se usará para seguir de mejor manera las cifras de evasión: instalar contadores de pasajeros que permitan saber cuántos pasajeros suben a una micro versus cuántos bajan.
“Está incluido en la de servicios complementarios (que busca cambiar la Bip! en febrero de 2019). Tiene dos impactos principales: uno es detectar y localizar bien el esfuerzo del control, porque eso permite saber exactamente dónde ocurre la evasión con más frecuencia. Lo otro es que permitirá mejorar la operación», sostuvo la autoridad.
¿Para cuándo se viene eso? Los contratos de los servicios complementarios se vencen en febrero de 2019, por lo que antes de esa fecha deberían haber noticias de las condiciones de la instalación de ese contador.