- Gerente general de Ruvix – @stricio
Hace unos días, el Banco Central de Chile subió la tasa de interés por primera vez desde hace tres años, aumentando el costo del crédito desde el anterior 2,5% al actual 2,75%. Para algunos, esta es una señal preocupante, ya que se interpreta como el inicio de un ciclo de alza de tasas que podría traspasarse hacia los consumidores con incrementos en los créditos de consumo y créditos hipotecarios.
No obstante ¿cómo se entiende, que precisamente en estos momentos, las tasas de los créditos hipotecarios se encuentren en niveles mínimos del último tiempo? Si bien la tasa de interés que establece el Banco Central ya había bajado en mayo del año pasado, el traspaso a los consumidores se había dado de manera gradual por un aspecto muy importante que afecta el costo del crédito: la incertidumbre o el riesgo de pago.
El año pasado la economía estaba débil y existía incertidumbre política, por lo tanto el traspaso de las bajas tasas de interés no había sido completa, porque si esta debilidad se mantenía y afectaba al empleo, se podían ver afectado el comportamiento de pago de los clientes.
De acuerdo a lo anteriormente expuesto, es que estamos en un muy buen momento para refinanciar un crédito hipotecario, en donde se puede lograr un ahorro muy importante
Hoy en día la situación es muy diferente, ya que Chile crecerá este año más del doble que el año pasado, se ha visto un aumento importante en la inversión, lo que en el futuro deberá impactar de manera relevante en el empleo, lo que disminuye el riesgo de no pago de las personas y los bancos pueden ser más agresivos y bajar las tasas de interés.
De acuerdo a lo anteriormente expuesto, es que estamos en un muy buen momento para refinanciar un crédito hipotecario, en donde se puede lograr un ahorro muy importante, de acuerdo a las siguientes condiciones o supuestos: 1) La tasa inicial del crédito hipotecario, que se está refinanciado, debe ser superior al 3,8% con una Carga Anual Equivalente (CAE) superior al 4%; 2) No debe tener una antigüedad superior a cinco a ocho años; 3) El objetivo es disminuir el plazo del crédito y mantener el valor de la cuota, o idealmente, si se puede, aumentar en lo que sea, el monto del dividendo; 4) Por último, a mayor plazo del crédito hipotecario inicial, es mayor la posibilidad de ahorro.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, para un refinanciamiento de 2.500 UF, con 25 años por pagar, con un CAE en torno a un 4,4%, al rebajar el CAE al 3,9%, el plazo del crédito disminuye en 2 años, lo que es muy factible en estos momentos y el ahorro en intereses a pagar es cercano a los $10 millones.
Por lo tanto, revise sus condiciones actuales, cotice un refinanciamiento en su banco actual y si no le pueden mejorar las condiciones, cotice en otro banco, verá que el ahorro puede ser muy significativo y su billetera lo agradecerá.
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