Paul Manafort, ex jefe de campaña del presidente de EEUU, Donald Trump, se declaró culpable de dos cargos de conspiración y conspiración para manipular testigos como parte de acuerdo de cooperación con el fiscal especial que investiga la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Según el entendimiento, Manafort deberá cooperar “total y verazmente” con la investigación del fiscal especial Robert Mueller en torno a denuncias de que la campaña conspiró con Rusia para que Trump ganara las elecciones presidenciales.
Sin embargo, los cargos contra Manafort están relacionados con su trabajo de consultoría política en Ucrania, no con denuncias de injerencia rusa. Con el arreglo, Mueller logra otra victoria judicial, y Manafort logra evitar otro juicio costoso.
El fiscal especial también obtuvo un cooperador clave en el ex jefe de campaña, quien participó en una reunión en la Torre Trump en junio de 2016 con un abogado ruso que Donald Trump Jr. recibió a pesar de que fue descrito como parte de un intento del gobierno ruso para ayudar en la campaña de su padre. Un jurado investigador usado por Mueller ha escuchado testimonios sobre la reunión.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que el caso Manafort no tiene nada que ver con Trump. “Esto no tiene absolutamente nada que ver con el presidente ni su victoriosa campaña presidencial de 2016. No tiene nada que ver”, aseguró.
“El presidente no hizo nada malo”, dijo a su vez el abogado del mandatario, Rudy Giuliani, en una declaración. “Una vez más una investigación ha concluido con un alegato que no tiene nada que ver con el presidente Trump ni con la campaña de Trump”, añadió.
La situación de Manafort
Como parte del trato, el gobierno podría confiscar las casas de Manafort en la ciudad de Nueva York, en los Hamptons y en Virginia, así como el dinero de sus cuentas bancarias y pólizas de seguro.
El ex jefe de campaña fue declarado culpable el mes pasado de ocho delitos financieros, en un juicio separado en Virginia, en la primera victoria judicial de la pesquisa del fiscal especial sobre colaboradores del mandatario. El juez declaró juicio nulo en otros diez cargos en los que no hubo acuerdo del jurado. Manafort enfrenta una pena de entre siete y diez años en prisión por ese caso.
El jurado en Virginia declaró a Manafort culpable de cinco cargos de presentar declaraciones fiscales falsas sobre decenas de millones de dólares en ingresos por consultoría política en Ucrania. También fue encontrado culpable de no declarar en 2012 que tenía cuentas bancarias en el extranjero y de dos cargos de fraude bancario en el que lo acusaron de mentir para obtener créditos por millones de dólares al agotársele sus ingresos por consultorías.
El juicio no resolvió la interrogante central de la investigación de Mueller: si los colaboradores de Trump se coordinaron con Rusia para influir en las elecciones. Sin embargo, hubo referencias ocasionales de Manafort relacionadas con la campaña, como correos electrónicos que muestran que habla con el yerno de Trump, Jared Kushner, a favor de un directivo bancario que había aprobado créditos por 16 millones de dólares y quería un empleo en el gobierno de Trump.