No paso el 18 y tampoco en Chile, pero podría pasar. En Missouri (EEUU), un niño de diez años se recupera después de que cayó desde un árbol sobre un anticucho. La aguja metálica de la brocheta de carne le entró por la cara y le salió por arriba del cuello, atravesándole la cabeza.
Milagrosamente, hasta allí llegó la mala suerte de Xavier Cunningham. El pincho no pasó por los ojos del menor, la médula espinal ni ningún vaso sanguíneo, reportó el diario The Kansas City Star.
La tragedia de Xavier comenzó el sábado por la tarde cuando unas abejas lo atacaron mientras él estaba sobre una casita de árbol en su casa de Harrisonville, a unos 56 kilómetros (35 millas) al sur de Kansas City.
Cayó al suelo y su madre, Gabrielle Miller, bajó corriendo las escaleras cuando escuchó sus gritos. La brocheta le había atravesado la cabeza y unos 15 centímetros (medio pie) de la estaca le sobresalía por la cara.
«Me voy a morir, mamá», le dijo el niño a su madre, quien lo llevó al hospital. El menor después fue transferido al Hospital de la Universidad de Kansas.
La operación
No tenía un derrame activo, lo cual dio tiempo para que el hospital reuniera el personal y lo operara el domingo por la mañana.
«Milagroso» sería una palabra apropiada para describir lo que le pasó, dijo Koji Ebersole, director de neurocirugía endovascular del Hospital de la Universidad de Kansas. Los médicos creen que Xavier se recuperará a plenitud.
La operación se complicó porque la brocheta no era cilíndrica sino cúbica y tenía que salir muy rectamente para evitar que los bordes le hicieran más daño.
«No he visto nada que haya atravesado tal profundidad y que sea posible sobrevivir en esa situación, mucho menos una situación en la que creemos que la recuperación será casi completa o total», agregó el médico.
Luego de los buenos resultados de la operación y tras examinar la herida, Ebersole señaló que «no habría podido ser una situación más óptima», dijo , tras examinar la herida.
«Uno en un millón de estos casos pasa 13 o 15 centímetros (5 o 6 pulgadas) por la cara hasta la parte trasera (de la cabeza) y no toca estas cosas», agregó.