Por más que se excuse y niegue vínculos, los antecedentes por el caso “cuaderno de las coimas” siguen apuntando a la senadora y ex mandataria argentina Cristina Fernández como pieza clave en la red de corrupción que salpica al legado de los Kirchner.
A las 11.00 horas de hoy tendrá su séptima cita con la Justicia en los tribunales de Comodoro Py en Buenos Aires.
La nueva citación se da porque el juez del caso, Claudio Bonadi, decidió ampliar el período de investigación hasta 2015, año en que Fernández dejó de gobernar, y sumó nuevos antecedentes al caso.
Las pruebas que recién verán la luz son unas cinco declaraciones de imputados colaboradores y llamadas interceptadas que incriminan a la senadora en la red de coimas.
El ex secretario de Obras Públicas José López, por ejemplo, sindicó a Cristina y Néstor Kirchner como los máximos responsables de “recaudación de fondos ilegales”. A él se suma el ex funcionario kirchnerista Claudio Uberti, quien señaló que las maletas con dinero se trasladaban al departamento de la senadora en Buenos Aires, para después ser llevados al sur «donde tenían bóvedas» para esconder las coimas, presumiblemente en alguna de las dos residencias que posee en la Patagonia argentina.
A eso se agregarían escuchas telefónicas de varios imputados claves que mencionan a la ex mandataria como cabecilla de la red, incluso de algunos reos que gozaron de buena posición hace algunos años.
Dardos a Macri
“Mañana voy al juzgado. Ya saben, no se movilicen. Pongan la energía en defender la universidad y la salud públicas, la ciencia y la tecnología y ayudar a los que la están pasando mal”, escribió Cristina en su Twitter, aprovechando de lanzar sus dardos a la estrategia de Mauricio Macri, que busca eliminar varios ministerios como manera de recortar el gasto fiscal y conseguir un crédito de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) por la crisis económica.
El plan lo oficializará hoy el gobierno trasandino, y busca, además del recorte ministerial, restablecer el cobro por derechos de exportación agrícola. Toda para que el FMI adelante parte de los 50 mil millones de dólares de crédito para el rescate que pactaron hace dos meses y salvar así al peso argentino de su devaluación. Adelantar el crédito es, según la estrategia gubernamental, la jugada clave para reducir los daños a su economía.