Fueron menos esta vez, pero que en prácticamente un mes, nuevamente datos de tarjetas otra vez quedaran expuestos, sin duda, que no es normal.
Fueron un total de 924 los plásticos afectados de diferentes bancos locales, lejos de las 14 mil de julio pasado, pero esto pone en evidencia que algo no anda bien en materia de seguridad cibernética de nuestro sistema financiero.
Esto se suma a los reportado por radio Biobío respecto a otra filtración, esta vez de datos de trabajadores del Banco Santander y, posteriormente, del Bbva, responsabilidad de “The Shadow Brokers”, el mismo supuesto grupo de hackers de episodio con las tarjetas del mes pasado. En ambos casos, las entidades señalaron que las listas eran antiguas y que no comprometían la privacidad de sus colaboradores.
Pero esto no termina aquí al parecer, porque anoche Banco Estado reconoció una filtración que afectó a 80 mil de sus clientes, referente a las tarjetas de coordenadas. La entidad y la Superintendencia de Bancos descartaron que se hayan realizado fraudes con estos datos.
Con respecto a la filtración de datos de nuestros clientes informamos lo siguiente: pic.twitter.com/TlPTBZDoIH
— BancoEstado (@BancoEstado) August 29, 2018
¿Significa esto que los bancos chilenos están bajo ataque? ¿Son objetivo de los ciberdelincuentes? A juicio de Jorge Pávez, académico de Ingeniería en Informática y jefe de Innovación y Desarrollo de la U. Mayor, por estos episodios “es como decir que roban dos casas, en Vitacura y en toda Vitacura están robando”, sosteniendo que llama la atención por ser una novedad.
En ese sentido, indica que estos ciberataques se están dando porque el sistema es vulnerable y no porque Chile sea un objetivo de los ciberdelincuentes.
Con esta segunda filtración del lunes, la Asociación de Bancos nuevamente reafirmó que la información no salió de sus asociados, sino que de algún comercio internacional.
Pese a ello, el académico plantea que estas entidades igualmente tienen un grado de responsabilidad que no puede eludir. “Cuando tu estás pagando por un servicio, pero te dicen que un proveedor fue el culpable, eso los deja mal (…) es como cuando pides una pizza y no te llega y el que la vendió le echa la culpa al de la moto”, indica.
Otro antecedente para considerar que nuestro país no es foco primordial para los hackers es porque somos un mercado muy pequeño. “Chile hasta ahora ha sido menos considerado por el volumen de negocios y por lo reducido del mercado financiero local”, explica Mauricio Sepúlveda, académico de Ingeniería Civil Informática de la Universidad San Sebastián.
Falta de incentivos
Pese a no ser los directos responsables, el académico de la U. Mayor afirma que hay dos vacíos para que los bancos sean más activos y menos reactivos a estas filtraciones.
Volviendo al ejemplo anterior, Pávez explica que es como tener “una casa de 500 millones sin rejas” y eso sucederá mientras “el Estado no se ponga a cargo de mejorar las leyes”. Y es que estima que las entidades financieras tienen pocos incentivos para tomar mayores medidas de seguridad.
¿Qué hay que corregir? “Multas acordes y al altura de las circunstancias”, afirma. En paralelo, sostiene que si estuviera en su mano el poder de decisión, “verificaría que empresas que hayan trabajado con bancos en el mundo dijeran el nivel de seguridad (de los bancos chilenos) y de acuerdo a eso darles tiempo para mejorar”.
Junto con ello, el profesor de la USS sostiene que es recomendable que estos “estén abiertos a compartir la información cuando sufren ataques, de esta manera se puede prevenir para que a los demás no les pase”.