“La Curva Nord (fondo norte) representa para nosotros un lugar sagrado, un entorno con un código no escrito que se debe respetar. Las primeras hileras, como siempre, han sido las trincheras. En las trincheras, no permitimos mujeres, esposas y novias, así que las invitamos a sentarse a partir de la décima hilera”. Con esas palabras, algunos hinchas del Lazio -conocidos como «Irriducibili»- recibieron a los asistentes del primer partido de la temporada en el Estadio Olímpico del club de fútbol en Roma.
Arturo Diaconale, vocero del Lazio, aclaró a la agencia de noticias italiana ANSA que “no es la posición del club, estamos en contra de cualquier muestra de discriminación”.c
El Lazio ya había causado polémica por las actitudes de sus fans. La temporada pasada cubrieron el Estadio Olímpico con imágenes de Ana Frank usando la camiseta del equipo rival, lo que generó una multa de U$63.000 al club por racismo y antisemitismo.
El equipo también ha tenido que cerrar total o parcialmente su estadio para partidos nacionales y europeos como castigo a actitudes de sus hinchas.
Robert Fabbricini, dirigente de la federación italiana de fútbol, calificó el folleto como «la broma de mal gusto del verano». Fabbricini agregó que “cuando se habla de un estadio, debe ser un punto de reencuentro para las familias y crear guetos para un grupo de personas me parece muy estúpido”.
