Con una creciente pobreza, pero con el contraste de una macroeconomía fortalecida, Mario Abdo Benítez asumió el miércoles la presidencia de Paraguay en reemplazo de Horacio Cartes, ambos del conservador Partido Colorado.
El mandatario electo, más conocido como Marito, ganó los comicios nacionales de abril para dirigir al país por un periodo de cinco años sin posibilidad de reelección, según establece la constitución.
Abdo Benítez es hijo de quien fuera durante 25 años el secretario privado del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989). Cuando Stroessner fue desalojado del poder, Abdo Benítez tenía 16 años y se encontraba cursando sus estudios secundarios en Estados Unidos. Se licenció en Mercadeo en la Post University de Connecticut en 1995 y regresó a Paraguay para dedicarse a los negocios.
En 2005 comenzó a incursionar en política militando en un movimiento interno del Partido Colorado denominado Reconstrucción Nacional hasta que al año siguiente fundó otra agrupación denominada Paz y Progreso, lema del exdictador Stroessner durante los 34 años de su régimen. Pero el eslogan político solo llamó la atención de la prensa independiente y no fue un factor que incidiera negativamente en su incipiente carrera política.
En 2013 ganó una banca en el Senado -del cual fue presidente en 2015- hasta que en 2017 renunció para llevar adelante su campaña electoral.
Obtuvo su candidatura presidencial tras vencer en las internas de su partido al exministro de Hacienda Santiago Peña, quien tenía el respaldo del mandatario Cartes. Pero una vez cerca de los comicios -en los que recibió 46% de los votos frente al 42% de su principal oponente, el candidato del Partido Liberal Radical Auténtico Efraín Alegre- Peña y Cartes se unieron a Abdo Benítez sellando la unidad partidaria.
El analista político Ignacio Martínez dijo a The Associated Press que uno de los «principales desafíos del nuevo presidente será la pobreza, que afecta al 26% de los paraguayos».
Desafíos
Paraguay es un país de un poco más de 440.000 kilómetros cuadrados sin costas marítimas cuya economía se basa en la producción agrícola y ganadera, con algunos establecimientos manufactureros. Es el tercer productor de soja detrás de Brasil y Argentina pero no posee yacimientos de petróleo, por lo que el combustible es importado de diferentes países.
Según la analista Estela Ruiz Díaz, Abdo Benítez encontrará una república con «estabilidad macroeconómica», un país bien posicionado en los mercados internacionales pero con “una deuda externa de 7.600 millones de dólares, 60% más que en 2013″ cuando asumió Cartes.
Otros problemas que encontrará el nuevo mandatario son “la creciente inseguridad pública, incluyendo las acciones del grupo guerrillero autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo que opera en el norte del país desde 2008, y los factores externos que vulneran los controles locales como el lavado de activos, el contrabando y el narcotráfico», dijo el analista Martínez.
Un censo elaborado por el Ministerio de Justicia indicó que el robo agravado es el delito por el cual están condenadas el 44% de las 9.413 personas recluidas en las cárceles. El hurto figura en segundo lugar, de acuerdo con otro informe de la Fiscalía General del Estado.
Las principales propuestas de Abdo Benítez durante la campaña fueron ampliar la cobertura de salud con una estrategia preventiva, promover un desarrollo agropecuario sostenible, garantizar el abastecimiento de energía y al mismo tiempo impulsar la investigación y el desarrollo de fuentes alternativas. Además prometió una transformación del sistema de justicia.